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May, 2023
Después de unas horas de estar a un lado de la camilla de Lía, Max y Kelly llegaron juntos, el ambiente se sentía realmente tenso, tanto que Kelly decidió salir con Charles a la cafetería del hospital, así dejándome a solas con Max al ver la forma en que él miraba al padre de mi hija.
Sí bien no me había dicho textualmente que no le agrada el que Charles esté acá y le haya dejado integrarse tan fácilmente en la vida de mis hijos, sé que lo hará en algún momento y de algún modo, siento que no tarda en decirlo todo.
A juzgar por sus expresiones no sé si quiero saberlo, pero me mata que esté callado y viendo a un punto fijo en la camilla de Lía, no es algo a lo que esté acostumbrada, no con él, no con quién ha sido como mi hermano toda mi vida.
— Maxie, quita esa cara. — decido romper el silencio que había y con ello, el ambiente "tranquilo" que había.
Él me mira seriamente negando con la cabeza. — Sabes que no debería de estar aquí.— sentencia.
—Si debe, es su hija— respondo y él suelta una risa sarcástica.
—¿Su hija?.— remarca la primer palabra duramente. — Timothée podría ser más padre de ellos que Charles y tú lo sabes.
—No metas a Timmy en esto.— le digo entre dientes molesta ante la mención del actor.
Suelta una risita nasal.
— No me meteré en tus asuntos, pero sí él los llega hacer sentir mal o los deja de ver, no me hago responsable de lo que le pueda hacer.— cruza los brazos en su pecho.
— Esta sema—me interrumpe la risa irónica de Max.
—¿Una semana perdona 3 años?.— me recuerda fríamente el tiempo que yo mejor que nadie sabía que ha transcurrido. — Escúchame bien, Hera.— suspira— Charles tiene una novia y en tres años jamás se interesó en verlos, pero mágicamente cuando tú regresas a Mónaco, él decide ser un padre ejemplar, eso no es normal. Te he apoyado en cada momento de tu vida pero esto no, no se merece un perdón tan fácil y mucho menos los niños estén así de expuestos.—al terminar de decir lo último se levantó de donde estaba sentado para estar a un lado de la camilla de Lía.
Y sinceramente sus palabras me duelen, porque sé que tiene razón, pero yo no me sentía con el derecho de alejar a mis hijos de su padre.
—Timothée ha estado esperando una oportunidad contigo desde que te conoció, convive con los niños e incluso creo que deberías de darte la oportunidad, tienes solo 24 años, Hera. — sentencia mi amigo.
