El bazar de Tara II: El mercader

10 0 0
                                    

Colette y Edgar seguían descubriendo que cosas habían en el bazar, hasta que llegaron a un puesto donde los atendió Gale, el anciano del que hablaba Tara. Colette sabía que Gale fue el que le ganó el empleo así que mira al anciano con una cara de disgusto, pero no deja de ser amable, mientras que Edgar seguía con su cara seria y haciendo gestos de emo.

- ¿Van a comprar algo, jóvenes? - cuestiona Gale.

- ¡No, no! ¡Gracias! Solo estamos viendo las cosas que hay, quizás luego compraremos algo... - explica Colette.

Gale comprende, mientras que Edgar solo observaba el lugar, hasta que por fin decidió decir algo.

- ¿Y esto porque está tan lejos? - se pregunta Edgar

- ¡Ah! ¡Es para las personas que pasean por el desierto! Nosotros los atendemos y los ayudamos... - responde Gale.

- ¿Es cierto qué ayer llegaste aquí? - interroga Colette a Gale.

Gale mueve la cabeza como un "si" y responde:

- ¡Si! ¡Ayercito me gané este empleo!

Colette también hace un "si" con su cabeza para darle a entender a Gale que ella comprende.

- ¿Ustedes venían a buscar empleo? Porque los ví llegar asi como agotados, y ahora no quieren comprar nada. - Consulta Gale.

- ¡Si! Pero bueno, parece que nos ganaron... - Contesta Colette.

Gale solo da una pequeña risita y responde:

- ¡Ah! ¡Okey! Lo siento, supongo... Yo igual estaba necesitado de dinero... - razona Gale.

Edgar se da cuenta de quién es Gale así que pregunta:

- ¿Tu no trabajabas en el Snowtel?

- Si... Pero pasaron algunas cosas... - dice Gale.

Edgar se empieza a interesar más en el asunto.

- ¿Y por qué ahora usted trabaja aquí? - interroga Edgar.

- No seas entrometido... - Le dice Colette a Edgar con los dientes juntos y con una cara de molestia.

- ¡Oh no te preocupes! Quiero desahogarme esto, así que gracias Eduardo - Responde el anciano.

Gale empieza a contar su historia mientras ve a los chicos interesados en él:

" Yo trabajaba en Snowtel, el hotel que se encuentra en una gran montaña. ¡Era un buen socio de Mr. P! O sea mi jefe, y a pesar de las largas escaleras que tenía que subir y bajar, y el tan poco sueldo que me daba Mr.P, yo era feliz trabajando, me encantaba ver a los niños felices disfrutando la nieve haciendo muñecos y bolas de nieve ¡Hasta yo jugaba con ellos! Sin embargo... Un día, mientras trabajaba, ví hacía las escaleras y me di cuenta de que una pareja enamorada y adinerada estaba subiendo, yo solo hacia mi trabajo, pero también miraba a esa hermosa pareja. Ellos dos se quedaron un día en el hotel, cuando se suponía que estarían una semana entera... Lo que pasó fue..."

Gale observa a los chicos y los nota muy cerca de el, realmente se estaban interesando, hasta ya Edgar y Colette se estaban haciendo teorías, así que el anciano continúo.

"Yo... Mientras trabajaba en las afueras del hotel sacando la nieve, observé a la pareja entrando al Snowtel, yo solo los miraba y miraba, debo admitirlo, yo sentía envidia por ellos. Cuando el marido de la mujer tomaba el brazo de su dama, de su bolsillo cayó un reloj que se notaba muy caro, yo tenía mucho trabajo así que no dije nada..."

- Pero, ¿por qué usted no le dijo nada al hombre? - pregunta Edgar.

- Ese fue mi error, tuve que haberles dicho, pero no lo hice - explica Gale.

Edgar entiende y se aleja un poco de la cara del mercader, esperando al que Gale siguiera contando su historia.

- Cuando ya había terminado con la mayor parte de mi trabajo, recogí el reloj y me lo guardé en el bolsillo, ese fue otro error que hice. El dueño del reloj se dió cuenta de que algo le faltaba después de un rato, así que fue al lugar donde pensó en que se le cayó su apreciado reloj. Agachó su cabeza para ver, pero ni apartando la nieve encontraba su tesoro. La mujer va con Mr.P a ver las cámaras, y la dama se da cuenta de que yo fui el supuesto ladrón. Cabe recalcar que cuando ellos fueron a buscar el reloj yo ya me había ido a mi casa, se me olvidó entregar el reloj debido a mi estúpida mente - narra Gale.

Colette empieza a entender a Gale y se pone de su lado.

- No tiene una mente estúpida... Usted ya es mayor de edad y, bueno... Ya sabe... - argumenta Colette.

- ¡Lo sé, querida! Pero es que igual me da rabia esto... - responde Gale.

Edgar nada más escuchaba todo con los brazos cruzados.

- Luego de subir las escaleras para llegar al Snowtel como siempre, me percaté que en la cima me esperaba mi jefe, el me miró con una cara de desprecio, yo nada más pensaba en que le pasaba. Mi jefe es alguien muy estricto y enojón, así que pensé en cualquier cosa, hasta que me acordé de lo que había pasado el día anterior, justo cuando pensaba eso, mi jefe me dijo: "No lo puedo creer, Gale, me decepcionas ksjajsdk" mi jefe tiene una enfermedad que hace que de la nada hable con gruñidos, gemidos y cualquier cosa que no se entendía. Mr.P me juzgo por lo que hice, yo le di el reloj bruscamente con mi fuerza de abuelito y no me dejé llevar..¡Me revelé! Le dije todo lo que pasaba mientras trabajaba en el Snowtel, así que antes de que mi jefe me despidiera, yo renuncié, y me fui para mi casa con enfado - continúa Gale mientras sentía que estaba viviendo esa escena.

Colette y Edgar sienten una rabia por lo que le pasó al pobre anciano. Pero Gale les dijo a los chicos que no hablarán fuerte, debido a que hay un trabajador durmiendo. Los chicos quedaron confundidos por el empleado que estaba durmiendo, pero Gale les explica que el chico parece sufrir de insomnio por las noches. Al menos eso pensaba el anciano, ya que nunca se lo preguntó a la hermana del tipo, que era Tara, la que organizaba todo el bazar.

Las Aventuras De Edgar Y Colette [Brawl Stars] [El Bazar De Tara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora