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Capítulo 00:

El encuentro

Levantó su rostro sin ninguna delicadeza, movimiento que causó que su cabeza palpite y su visión se vuelva borrosa

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Levantó su rostro sin ninguna delicadeza, movimiento que causó que su cabeza palpite y su visión se vuelva borrosa. Sin ánimos de hacerlo, se observó en el espejo frente a él mientras esperaba a que la sensación de mareo se marchara de su sistema, en cuanto fue capaz de observarse a sí mismo nítido, sacó una pequeña toalla de su mochila y se secó el rostro. Cuando volvió a introducir la toalla dentro, no pudo evitar observar todos sus objetos de uso personal dentro del artefacto. Suspiró, eso solo indicaba que su semana sería hostigante. Por lo general, cuando llevaba consigo su cepillo de dientes, toalla, lociones y mudas de ropa era porque la universidad sería su hogar temporal.

Y vaya hogar.

Gimió con pesar al recordar que su grupo de estudio lo estaría esperando en algún lado de la biblioteca y él se encontraba en el baño, tardando todo lo necesario para no tener que soportar sus rostros por tanto tiempo.

―¡Te lo digo, te juro que me atropelló! ―una voz escandalosa hizo acto de presencia en las cuatro paredes mientras Law terminaba de limpiarse.

―Y yo te juro que hasta mis mentiras tienen más credibilidad ―habló otro chico después― no puede ser que estés caminando de lo más normal si fue como dijiste.

Law llevó su vista hacia el cielo por lo ruidoso que estaba siendo ese grupo.

―Yo digo que ese idiota debió pagarte un chequeo médico ―llegó otro tipo de cabello verdoso tras de ellos.

―¡Se dio a la fuga! Pero estoy bien, habría gastado dinero en vano ―no tardó en responder el chico más pequeño al que no veían más que la espalda y parte del perfil.

―Tonto, debiste ver su placa para luego ir a romperte las pelotas.

―Oye, oye, Zoro, no empieces de abusón, te vas a volver a meter en problemas ―advirtió el de nariz larga.

―¡Eh! Yo solo trato de ser justo, le rompes una pierna a mi amigo y yo te rompo el pene a cambio. ¡Se llama equilibrio!

―Era una mujer.

Hubo un breve silencio que Law agradeció, creyendo que sería el fin del intolerable chillido de voces emocionadas.

―Que se encarge Nami entonces.

―¡Zoro!

Los gritos continuaron y, mientras el dolor de cabeza de Law se volvía más pronunciado, abrió los ojos pasmado en cuanto notó que los chicos se quitaban la ropa sin ninguna preocupación de ser vistos por un extraño. Un par de chicos también ingresaron en el tiempo que Law tardó en cepillar sus dientes, los observó para poder compartir la misma sensación preocupante; sin embargo, parecieron no prestarles atención.

High Hopes [LawLu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora