♕IX.

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Capítulo censurado


Michael lameria su cuello, preparándose para marcarlo.

Todo esto y más estaría pasando, sino fuera porque Kaiser reaccionó muy a duras penas y detuvo sus intenciones de reproducción.

Para calmar brevemente la calentura y el instinto de un Alpha por querer aparearse con su Omega, la única forma para este tiempo, es que le apuñalen para sentir el agrio como potente dolor.

El dolor vence el calor del celo, al menos de manera temporal, en lo que su cuerpo se recupera de dicho daño.

En ésta época, todavía no existen las inyecciones para suprimir el celo o un algo que lo anule, ningún tipo de medicina aún. Pero algo similar o que al menos suele funcionar pero muy pocos conocen, es una herida fuerte, para distracción pero no demasiado profunda ni grande para que la persona o el Alpha en cuestión muera.

A Michael Kaiser se le ocurrió clavarse sus propios colmillos en su muñeca, aquello funcionó perfectamente.

En vez de enterrarse en la glándula perfumada de su Omega para marcarlo como suyo, prefirió morderse a él mismo para reaccionar y darle tiempo a Isagi Yoichi de que, igual reaccione y escape, aparte de advertir al resto que esta en su rut y deben dejarlo solo, que sólo los Betas puedan atenderlo y manteniendo su distancia puesto puede volverse agresivo.

Para el nipon, aquella acción realmente lo conmovió. Porque realmente pensó que ahí mismo, en ese momento perdería su virginidad y estaría a merced completa de su Majestad, pero el rubio realmente se preocupo por él a pesar de haberlo rechazado momentos antes y aparte haber entrado justo en su rut.

Cada día que transcurre, se le hace más complicado al Omega resistirse a las feromonas del Alpha. Ya no sabe cuanto tiempo podrá mantenerse fiel a Barou.

[...]

Yoichi no podría estar más irritado faltando seis días de su boda, el tiempo realmente pasa volando, pero muchas cosas que le desconcertado y que descubrió es la gente de la alta clase visitando varias veces a Kaiser, con quién no se ha vuelto a topar desde lo sucedido hace días.

Familias nobles, padres que vienen en busca de querer casar a alguna hija o sobrina con su Majestad hasta que descubren que esté ya está comprometido y se está preperando como organizando duramente cada detalle de la ceremonia sin parar.

Les debe parecer muy cómodo y espectacular estar en el enorme castillo real a esperar a que su Majestad tenga tiempo para atenderlos y hablar con ellos porque a diferencia de él, no se acostumbra a estar ahí y ya muchas veces se ha perdido por ir solo. Vivir ahí es como un cuento de hadas, de fantasía. Cualquier doncella o joven doncel debió haber fantaseado viviendo en un enorme y bellisimo castillo, casarse con él rey y disfrutar de las comodidades que se les ofrece.

Claro, cuando el era todavía un infante alguna vez lo imaginó, solo por diversión e ilusión, obviamente jamás esperó ni busco que aquello realmente le sucediera. Se imaginó casándose con alguien de su edad con un trabajado promedio, viviendo en una casa sencilla pero bonita, o tal vez en la panadería de siempre con su familia, aunque sabía que su hermana Wataru era quien iba a heredarla como tal.

Mientras se escabullia luego de la exhausta jornada y los últimos detalles para su vestido de bodas como otros arreglos, más que a él le da igual de que color serán las flores o que tanto es el diámetro de su cabeza para ver si cabe la corona de la futura pareja de su Majestad, se puso a observar como un grupo de guardias que traen y llevan a lo que parece ser un chico joven, aparentemente de su misma edad, a un habitación.

♚Pragma𝄢 ♕Kiis [EDITADO2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora