♚Pragma𝄢 ♕Kiis [EDITADO2024]

♕XI.

Capítulo censurado

La boda del prometido Isagi Yoichi es lo algo que ni siquiera en sus sueños más fantasiosos pudo haberse imaginado. Él soñaba con su boda perfecta como una celebración sencilla, pequeña, rodeado de familiares como de amigos, pero igual de romántica y llena de pura felicidad como anhelo.

Pero no cabe duda que una boda de la realeza ha superado cualquier expectativa que pudo haber estructurado.

En el majestuoso escenario de la catedral, testigo de innumerables uniones reales a lo largo de la historia, Isagi Yoichi y Michael Kaiser se preparan para el capítulo más significativo de sus vidas que serán selladas por la unión. La catedral, con sus altos arcos y vitrales que permiten que la luz danzara en tonos dorados como plateados, es el escenario perfecto para la solemnidad del momento.

El Alpha, vestido con una túnica imperial en tonos de blanco y oro, emana una presencia regia. Detalles intrincados adornan su atuendo, reflejando la riqueza y el poder de su posición. Sobre su pecho descansa una capa real, roja como un rubí, que añade un toque de majestuosidad como poder a su figura. La corona, símbolo de su soberanía, resplandece en la luz de la misma catedral, la cual se ve adornada de diferentes tipos de rosas como tulipanes, donde también aguardan palomas blancas en la entrada de esta.

Frente a él, Isagi, el Omega que conquistó su corazón, viste un traje ceremonial diseñado para la ocasión. Un vestido de un blanco resplandeciente, con delicados encajes y bordados en dorado y morado, cae como cascadas de seda al suelo. La cola del vestido se extiende detrás de él, un tributo a la elegancia y la tradición del lugar. Isagi lleva consigo una corona de flores blancas, que reposa delicadamente en su cabellera oscura. Para Yoichi, este tipo de vestimenta es tan diferente a una tradicional boda en su tierra natal. Jamás había usado un vestido tan esponjoso y costoso como el que está usando en estos momentos, se siente como una persona completamente diferente.

Todo le resulta tan quimérico.

El altar, adornado con ramos de rosas azules propias de la región que filtran fragancias dulces, encabezan la catedral. Los bancos están ocupados por nobles y ciudadanos por igual, todos ansiosos por ser testigos de la unión de dos almas destinadas a gobernar juntas el vasto imperio. Los murmullos de admiración se mezclan con el suave murmullo del órgano, creando una sinfonía de anticipación.

La ceremonia avanza con la solemnidad de un cuento de hadas. Las palabras del oficiante resuena en la catedral, marcando el compromiso de que Isagi y Kaiser están a punto de sellar. Cuando llega el momento culminante, ambos pronunciaron el esperado "acepto". Aunque Kaiser irradia un genuino entusiasmo y regocijo al contemplar la belleza etérea del momento, los ojos de Isagi revelan una mezcla de confusión y duda.

El beso que sella la unión resuena en la catedral, una declaración visible de su compromiso. Yoichi suspira de ternura por el toque suave y cálido de los labios del rubio sobre los suyos, es un beso de amor con el que soñaba de niño.

Sin embargo, mientras la multitud celebra, los pensamientos del extranjero se sumergen en la incertidumbre. Aunque su madre, visiblemente emocionada, llora lágrimas de alegría en las primeras filas, el corazón de Yoichi sigue siendo un mar de emociones encontradas como de conflicto.

Al salir camino al carruaje real para regresar al Palacio Imperial, en medio de su camino es interceptado por alguien que no ha visto en un tiempo, y su sola presencia lo hace llorar de nostalgia y aprecio.

—Hermano, no llores, ya estoy aquí, todo está bien.—dice Wataru mientras lo abraza fuerte y cariñosa, en medio de tanta gente, de la ovación y de las miradas de decenas de guardias.