Un juego maquiavélico

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Todo comenzó en aquel cálido mes de septiembre, en mi nuevo e intimidante instituto. Las voces de los estudiantes llenaban el aire, formándose ya los primeros grupitos del curso. Yo, más bien tímida, me mantenía en un rincón solitario.

Como de costumbre, era alguien quien tenía que dar el primer paso para conversar conmigo.Isabella, una completa desconocida en ese momento, se me acercó con energía.

—Hola, ¿eres nueva?
—Sí, es mi primer año aquí.
—Soy Isabella, ¿y tú?
—Soy T/N, vengo de Francia.
—Ven,T/N, te presentaré a los demás.

Antes de reaccionar, Isabella me agarró de la mano y me arrastró hacia el grupo.

—Chicos, esta es T/N, viene de Francia.

Me sonrojé al encontrarme rodeada de caras desconocidas. Tragué saliva, preguntándome si mi llegada les resultaba realmente interesante o si solo era otro acontecimiento de su rutina diaria.

—Hola T/N, yo soy Dídac -dijo un chico con ojos saltones.
— T/N, encantada.

Dídac parecía el rey de las ocurrencias, pero el verdadero líder era Pablo, con su estatura imponente y su aura de timidez, era el líder discreto que todos seguían. A pesar de no tener una presencia muy reveladora, cada palabra suya era escuchada con mucha atención por todos los demás.

Después de charlar con Isabella y los demás, Pablo resultó ser el que menos habló, pero el que más me atrapó.

Isabella me llevó al aula, yo la seguía emocionada por haber encontrado un grupo para sobrevivir al curso. Especialmente Isabella y yo, que éramos como dos gotas de agua.

La primera clase fue un aburrimiento total, con charlas interminables y profesores que podrían competir con los personajes más sosos de las películas del cine de blanco y negro. Miré por la ventana, tratando de encontrar algo más interesante en el parque, donde algunos valientes ya se saltaban las primeras clases.

Cuando por fin el profesor dejó de hablar, Isabella me miró con determinación, y yo le respondí con una leve sonrisa, sin saber muy bien lo que estaba maquinando.

—¿Quieres que te enseñe el resto del instituto? Es enorme.
—Está bien, pero podríamos dejarlo... -intenté decir, pero Isabella ya me estaba arrastrando.

Resulta que Isabella tenía una habilidad especial para llevar a la gente a lugares inesperados. Salimos casi corriendo.

—Este instituto tiene muchos años y, por tanto, muchas leyendas urbanas. ¿Te gustaría conocer la planta baja? En la antigua habitación del conserje dicen que aún se escuchan gritos.
—¿Gritos de qué? -pregunté, sobresaltada.
—Pues, según cuentan, el último conserje se colgó en la sala de conserjería...con un rollo de papel higiénico.
—¡En serio! ¡Qué horror! Seguro que os afectó mucho -dije, tratando de sonar seria.
—T/n, es broma -Isabella estalló en risas.

Sonreí nerviosa, sin esperar que nuestra amistad se volviera tan cómplice en tan poco tiempo.
Bajamos unas escaleras y llegamos a la planta baja, donde estaban las aulas de la ESO. Era espaciosa y me quedé asombrada viendo las grandes clases con vistas al exterior. Pero, para mi sorpresa, había una clase cerrada, y al otro lado, alguien intentaba abrir la puerta.

—Alguien está intentando salir -comenté, prestando atención.
—Quizá se hayan quedado encerrados -dijo Isabella, con los ojos bien abiertos.

De repente, se oyó un estruendo y la puerta se abrió de par en par.

—Listo, Calisto -dijo un chico que no pude ver bien debido a la poca iluminación.

Cuando el chico dio unos pasos más adelante, no podía creerlo. Alto, guapo y con una expresión de lo más amistosa. Era, sin duda, el chico más apuesto que había visto en mi vida. Me quedé unos segundos perpleja ante tal persona.

—¿T/n? -dijo Isabella agitando una mano frente a mi cara.
—¿Quién es ese chico que acaba de abrir ,derrocar más bien, la puerta?
—No puedo creer que te hayas fijado en él...
—¿Quién es?
—Es el cara libro.

El misterioso chico se deslizó por los pasillos, siendo recibido por un grupo de chicos que lo rodeaba con admiración. La gente lo veía como un dios griego en persona. Isabella, con fuerte entusiasmo, no dejaba de repetir que era "el Cara Libro", convirtiéndolo en una especie ícono del instituto.

-¿T/n, has estado viviendo bajo una roca? Este es el chico más deseado del instituto, el mismísimo "Cara Libro" en carne y hueso. Pero no te emociones demasiado, tiene más encanto que amigos reales; no todos pueden codearse con él -dijo Isabella, lanzando una mirada irónica hacia el apuesto desconocido.

El tal Cara Libro, o Lucas, como escuché que lo llamaba su amigo de pelo rizado, nos miró con una mezcla de confusión y diversión al percatarse de que lo observábamos a lo lejos.

-Nos está mirando -predije, girándome para disimular.
-Más precisamente, te está mirando a ti, T/n -dijo Isabella, riendo pícaramente.

Isabella y yo intercambiamos miradas cómplices. ¿Este era el chico por el que las chicas suspiraban y los chicos intentaban derrocar? Aunque, siendo sincera, su atractivo era innegable, con solo una mirada, me tenía atrapada, y odiaba admitirlo.

-Espero que no sea otro de esos chicos que solo vive para ligar con chicas -comenté con una sonrisa sarcástica a Isa. Intentaba mantenerme firme y disimular mi reacción.
-Las apariencias engañan, T/n. Aunque, presta atención. Si la toma contigo, te hará entrar en su maquiavélico juego -dijo Isa con un tono más serio.
-Me estoy agobiando aquí. Salgamos fuera con los demás -dije, sintiendo la presión del ambiente, por la mirada intimidante de el Cara Libro y los gritos de los niños más pequeños.

Isabella y yo ascendimos las escaleras nuevamente. Aunque ella me contaba detalles sobre mis nuevos compañeros, no pude evitar girar la cabeza en el último peldaño. Lo que vi sí que no me lo esperaba: Cara Libro me observaba fijamente con una sonrisa pícara entre sus labios. Mortificada, giré la cabeza y encontré a Isabella mirándome con sorpresa y preocupación. ¿Había caído en un maquiavélico juego con el chico más deseado del instituto? No lo sabía, pero en ese momento, sentí una chispa única en ese intercambio de miradas. Pero de repente volví a la realidad cuando...

Entre Páginas Prohibidas: Tú y el Cara LibroWhere stories live. Discover now