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Nunca entendí bien el cómo terminé aquí, con una relación familiar pésima, y una chica que al principio quería conquistar, pero ahora solo quiero tomarme un respiro de estar tanto tiempo con ella, además de haberle hecho daño a Lucía, en especial, que tenía todo en común conmigo, compartía mis gustos musicales y teatrales, sabiamente inteligente, aun así la dejé a pesar que le tenía mucho respeto y admiración, pensé que aún extrañaba a Marcela, cuando en realidad solo fue costumbre.

Esta es la historia de mi vida, tres chicas, diferentes, e inigualables.

Todo empezó cuando un día estuve algo inquieto pensando, sinceramente me sentía muy sólo, como si nada me llenara, veía un montón de películas diariamente con diferentes directores y múltiples géneros, fue entonces que viendo Goodfellas me llega un mensaje de Marcela invitándome al cine.

Ella era una buena amiga mía, que con el pasar de los años se volvió mi confidente, me apoyó en muchísimas cosas y sobre todo en mi desarrollo personal. Nunca sentí ningún tipo de atracción hacia ella, me parecía una amiga más, de las tantas que tenía. Mientras que por otro lado yo sabía que Marcela estaba perdidamente enamorada de mí desde mucho tiempo atrás, casi un año, sentía mucho más intensificado su afecto hacía mí, algo que no era raro, pero sí sorpresivo.

No quería decirle directamente que no quería ir al cine con ella, porque sentía que lo tomaría muy negativamente. Así que le escribí a mi amigo Fernando para que me excusara y le dijera que estoy con él en un partido de futbol.

Media hora más tarde, Marcela me volvió a escribir, yo totalmente sorprendido de su insistencia, volteé a revisar el mensaje en mi celular. Al parecer la excusa no sirvió de nada y se enteró de la verdad: no quería salir con ella.

En su mensaje me reclamaba constantemente que no tenía por qué mentirle y montarle un "teatro", según ella por las películas que veo he cambiado mucho, algo que a mi parecer no es cierto.

Me sentía tan cansado de Marcela, tan agotado y me entristecía sentir eso por una amiga que siempre ha sido buena conmigo.

Con la culpa en el pecho y la vulnerabilidad en mi mente, decidí darle una oportunidad y acepté su salida.

Me arreglé un poco, la verdad no me interesaba mucho la idea de salir con ella, el cine claramente me encantaba, pero ella me estresaba, entonces solo me puse unos jeans ajustados y una polera guinda que recién había comprado.

Al llegar al cine la vi de lejos esperando en la fila de venta, ella era bajita, de cabello negro ondulado y no tan agraciada de rostro.

Hola Marce, qué tal —la saludé con un besito en su mejilla.

Hola Esteban —saludó llamándome por mi segundo nombre.

Disculpa el retraso —dije percatándome que había llegado quince minutos tarde.

No te preocupes —empezó a reír —no llevo mucho tiempo acá.

Me sorprendí por la manera en que manejaba las situaciones, se veía algo cambiada, como si le restara importancia a todo.

Bueno entonces qué vamos a ver —pregunté mirando hacia la cartelera.

Quiero ver "Sonríe" —dijo emocionada.

Sonríe es una película de terror que recién se había estrenado en ese entonces, a mí no me hacía mucha ilusión verla, pero como ella ya la había elegido entonces acepté.

Yo pagaré mi boleto —anticipé al ver que ella quería pagar todo.

Ah está bien —sonrió ella —igual al final te lo iba a hacer deber —empezó a reír.

De grises a coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora