Mi mundo del revés.

Capitulo 12:

"SAMANTHA"

La mañana esta siendo bastante tranquila y me encuentro organizando la agenda de Miranda, Emily a ido a hacer alguna cosa por ahí, la verdad es que me da igual donde este la pelirroja, en esto mi móvil suena.

-Sam te necesito aquí ya- resoplo.

- No quiero dejar sola a Miranda Emily ha tenido que salir y ya sabes como se pone cuando no estamos ninguna en nuestra mesa- pongo como excusa.

Nigel quiere hacerme un cambio de vestuario para que vaya más acorde con las chicas que trabajan en Runway, pero el no quiere ver que este es mi estilo.

- Venga Sam te va a gustar- niego con la cabeza.

- Esta bien pero dame unos segundos- cuelgo la llamada.

Estoy por levantarme cuando oigo un ruido proveniente del despacho de Miranda, asustada e intrigada decido entrar y echar un vistazo para ver que ha pasado, la encuentro tirada en el suelo con un montón de cristales a su alrededor.

Corriendo me acerco a ella e intento ayudarla a ponerse de pie aunque se que ella no aceptara mi ayuda.

- Venga Miranda déjame ayudarte- le digo.

- Esto es muy humillante, sal de mi despacho- dice enfadada.

Sin hacerla caso y ya harta de su mal genio la agarro del brazo y consigo que se levante del suelo, la cojo de los dos brazos y le hago una señal para que se siente en el sofá, una vez sentada miro mi mano y tenia algo de sangre, la miro a los ojos y puedo apreciar en el gesto de su cara que no está muy conforme con la situación.

- Se que tu primera regla es que nadie puede tocarte y lo entiendo, pero debo levantar la manga de tu vestido para ver si tienes algún corte, por favor Miranda- asiente con la cabeza.

Procedo a levantar la manga del vestido y veo un corte en su brazo, creo que la herida no es muy profunda pero sangra bastante, me levanto para ir a por el botiquín pero ella me detiene.

- No, no me dejes sola- dice cabizbaja.

- Solo voy a por el botiquín para curar esa herida volveré enseguida- intento calmarla.

Voy hasta la pequeña cocina que tenemos y agarro el botiquín, aún no me creo que este viendo a una Miranda débil y un poco asustada, respiro hondo, entro en el despacho y cierro la puerta detrás de mi, ella me mira un poco apenada pero no dice nada, me estoy imaginando que está situación en la que nos encontramos le debe resultar difícil.

Me siento a su lado, abro el botiquín y comienzo a desinfectar la herida, se que la escuece aunque ella no muestre signos así que procedo a soplar suavemente para que se relaje. Una vez limpio el corte le pongo un vendaje para que no vuelva a sangrar, Miranda se baja la manga del vestido mientras yo recojo los algodones manchados voy a levantarme cuando ella posa su mano sobre la mía, una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo por el contacto de su piel me levanto rápido y giro mi cabeza hacia donde ella sigue sentada.

- Ahora vendré a recoger los cristales y no se preocupe que no diré nada de como la he visto- le digo.

Miranda se levanta, se acerca y me rodea con sus brazos suelto lo que llevo en las manos y le devuelvo el abrazo, su perfumé inunda mis fosas nasales y una sensación cálida me recorre entera. Miranda se aparta y deposita un dulce beso en mis labios haciendo que mi cuerpo y mi mente no reaccionen. Ella se aparta y sale dejándome en este despacho tan frío.