Capitulo 17:

38 6 0
                                    

"SAMANTHA"

Alguien de producción me ha traído el libro y Miranda y las niñas aun no han salido del despacho así que me levanto, llamo a la puerta y entro unos brazitos me abrazan la pierna.

-Hola pequeña- Revuelvo su pelo.

-Hola Sam, mami quiere que vengas a cenar a casa con nosotras- Me suelta.

-Bueno si a su madre no le importa aceptare encantada- Le guiño un ojo a Miranda.

Miranda se levanta se acerca a nosotras y me arrebata el libro de las manos, salimos detrás de ella cojo su bolso y su abrigo y se los doy me da una pequeña sonrisa y las cuatro nos dirigimos a la salida de Runway donde Roy ya nos esta esperando con el coche. Su perfume a lavanda inunda todo el vehículo de repente noto como su mano agarra la mía lo que hace que sonría sin darme cuenta, vuelvo la cabeza y nos quedamos mirándonos a los ojos ella se sonroja y vuelve a mirar al frente.

Sin darnos cuenta llegamos a nuestro destino y al salir del coche nos damos cuenta que las gemelas se han quedado dormidas, ella se encarga de Cassidy o de Carol aun no las distingo bien y yo me hago cargo de la otra pequeña, entramos en la casona y las llevamos a sus respectivas camas.

-Gracias por ayudarme con Cassidy yo no hubiera podido con las dos- Suspira.

-No hay porque, para mi ha sido un placer son unas niñas encantadoras- Encojo mis hombros- son tan encantadoras como su madre- Le digo pícara.

Ella se da la vuelta y sale de la habitación como si del mismísimo diablo se tratase, salgo detrás de ella y entonces me acuerdo de la promesa que le hice. Respiro hondo.

-Bueno pues me voy a mi apartamento supongo que cenaremos otra noche ya que las niñas están dormidas- Digo resignada.

Estoy a punto de salir por la puerta cuando por alguna razón Miranda me abraza por la espalda, noto su pecho bajando y subiendo al compás del mio y respiración rozando mi oreja, algo dentro de mi cuerpo se enciende.

-No te vayas, quédate esta noche conmigo- Me suplica.

Me doy la vuelta quedando cara a cara con ella, acaricio con mi mano su mejilla y ella suelta un leve suspiro mi piel se eriza ante el contacto de su piel con la mía, agarro su rostro lo más dulce que puedo y estampo mis labios en los suyos ella me vuelve a apartar y me mira triste a los ojos, no entiendo por que esta mujer no se deja amar.

-¿Porque Miranda? ¿Porque no dejas que te ame?- Le pregunto nerviosa.

No me contesta y se va hasta la salita, la sigo y me hace un gesto para que me siente a su lado.

-Cuando llegaste a mi vida yo estaba destrozada, perdida y desesperada, Mi ex marido se había llevado a mis hijas y yo estaba tan rota que lo único que quería era desaparecer, dejarlo todo atrás y perderme en mi dolor, pero apareciste tú y por alguna razón empece a pensar en ti de otra manera, llegaste a mi vida y pusiste mi mundo del revés y ahora tengo miedo a perderte a que salgas de mi vida y no volverte a ver- Una lagrima recorre su mejilla.

"MIRANDA"

-¿Crees en el destino?- La miro sorprendida- creo que de alguna manera estabamos destinadas a encontrarnos, que nuestras almas de algún modo se reconocieron y por eso no podemos estar separadas la una de la otra por mucho que intentemos alejarnos, yo no te prometo estar una vida a tu lado sino toda la eternidad, se que va a ser difícil por la prensa y los chismes pero se que podemos con todo si estamos juntas, si me dejas amarte como te mereces si me dejas intentare hacerte feliz- Me sonríe.

Ante estas palabras no puedo evitar dejar que las lagrimas salgan a sus anchas, por fin puedo dejar de ser la mujer fuerte que todos ven, por fin puedo ser débil ante la mujer que amo. Me levanto la agarro de la mano y la llevo conmigo a mi cuarto, la beso como si nuestros labios se necesitaran, el beso se torna cada vez más ardiente nos desvestimos y nos tumbamos en la cama, ella me coge de las muñecas y las pone por encima de mi cabeza y así pasamos la noche haciendo el amor, buscando el calor de nuestros cuerpos y necesitando nuestras caricias.

El sol entra ligeramente por la ventana abro mis ojos despacio para acostumbrarme a la luz y observo a la maravillosa mujer que tengo a mi lado, veo como su pecho sube y baja y me encuentro en paz, ahora se que estoy en casa y que ella es mi hogar. Oigo pasos y cuchicheos detrás de la puerta sonrío y me hago la dormida.

-Vamos a despertar a mami y así hacemos el desayuno juntas- Habla Cassidy.

-Vale, pero tenemos que entrar en silencio y luego ya saltamos en la cama- Se ríe Carol.

Esas dos pequeñas pelirrojas son un terremoto, noto como entran en silencio y se van acercando despacio a la cama pero en un momento dejo de oír sus risas.

-Mira Cass, Samantha esta en la cama con mami- Cuchichea Carol.

-Pues abra que despertarlas a las dos- Ríe bajo Cassidy.

Y en un segundo esas dos terremotos salta encima de mi cama nos levantamos las dos rápido y comenzamos a hacerles cosquillas a las niñas, la habitación se inundan con nuestras risas y por un momento esto ya parece un hogar vuelvo a mirar a mi niña hermosa y su sonrisa ilumina toda la estancia, mi corazón rebosa felicidad. Dejo de hacerle cosquillas a las niñas y agarro la cara de mi joven novia, dejo un dulce beso en sus labios y la abrazo.

-Gracias por hacerme feliz, gracias por aparecer en mi vida y no rendirte conmigo- La vuelvo a besar.

-No mi amor, gracias a ti por abrirme tu corazón y tu alma- Me abraza.

Y así pasamos la semana entre besos, caricias y juegos con mis hijas, la verdad que las niñas la adoran y Sam se porta genial con ellas creo que también las ama y eso me esta haciendo la mujer más feliz del mundo. Por fin he encontrado a mi alma gemela, a quien me complementa, es la mujer con quien quiero pasar en resto de mi vida y hacerla tan feliz como yo lo soy. Voy hasta el despacho de mi casa y abro el cajón de la mesa saco una cajita y me dirijo hasta la cocina donde se encuentran mis mujeres favoritos, le digo a Sam que quiero decirle una cosa aparta la sartén del fuego y se sienta en una silla.

-Has entrado en mi vida y ahora no se que haría si no estuvieras en ella, mi mundo eres tú y solamente tú- Saco la caja-¿Quieres casarte conmigo?- Le guiño un ojo a las niñas.

-Yo... yo...yo no se que decir... creí que nunca bajabas la guardia ni siquiera en la intimidad de tu hogar- Se le cae una lagrima- si, si quiero casarme contigo- Se tira a mi cuello y me besa.

-No quiero mentirte me da miedo que me vean así, pero te amo más de lo que se puede amar a nadie y no quiero que desaparezcas jamás de mi vida- Le devuelvo el beso.

Las niñas corren felices y emocionadas hacia nosotras y nos fundimos en un gran abrazo grupal, esto ya es una familia, mi familia y lo único que me importa ahora mismo (bueno Runway también pero eso es mi trabajo). Por fin me siento completa.

"SAMANTHA"

Me ha pedido que me case con ella y le he dicho que si, nunca pensé ver a Miranda con la guardia baja y me encanta verla así tan humana, tan frágil, tan tierna, tan dulce y tan ella. Hemos pasado una semana maravillosa y las niñas son dos señoritas adorables que me han tratado como parte de la familia, creo que por fin estoy en casa que estoy donde debo estar y sobre todo que me siento plenamente completa al lado de mi "Diosa de los hielos".





                                                                     FIN

Mi mundo del revés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora