Kay va a una velocidad endiablada por la interestatal 90 que nos lleva a la terminal 5 del aeropuerto de O'Hare. Esquiva coches, motos, camiones, autocares...
Es muy probable que, si nos ve la Policía Estatal de Illinois, nos detenga porque estamos sobrepasando, con mucho, las treinta millas por hora, que es la velocidad máxima tras una noche de nieve y con la carretera helada. Me da miedo mirar el odómetro. La ignorancia es la felicidad y Kay está conduciendo como si de Jason Statham se tratara.
Pasa una eterna hora cuando llegamos finalmente a la zona de descenso de pasajeros en la dichosa terminal.
—Vete, que yo aparco el coche donde pueda.
—¿Cuál era su vuelo? —pregunto, mientras apenas se detiene el coche abro la puerta y casi me tiro para salir.
—¡IB273! —exclama, Kay mientras traspaso las puertas hacia el amplio vestíbulo de la terminal.
Si no estuviera nublado, sería un edificio que estaría iluminado por el sol. Ignoro las tiendas y restaurantes, así como el gran mural hecho de mosaicos de vidrio y cerámica que representa la historia y cultura de Chicago. Todo palidece ante el terror que aprisiona mi pecho. Busco frenéticamente el stand Iberia y no lo puedo encontrar. Pregunto a un agente de la TSA —Administración de Seguridad del Transporte— que me indica que tengo que ir a la terminal 3.
—¡Joder! ¿Cuál es la forma más rápida de llegar desde aquí?
—El ATS, Airport Transit System, señorita.
Corro hacia la parada del tren ATS que me llevará en cuestión de dos minutos hacia la maldita terminal 3. ¡Se me hace eterno todo! ¡Necesito llegar cuanto antes! ¡Oh, dios, esto tiene que ser una pesadilla!
Por fin bajo del jodido tren y corro hacia el maldito stand de Iberia. Allí veo que medio centenar de personas se empujan unos a otros preguntando frenéticamente lo mismo que yo me pregunto desde que Kay me comunicó... ¡No puedo ni terminar el pensamiento!
—¿Dónde está el vuelo IB273?
—¿Por qué no aparece en el radar? ¿Por qué ni figura en los carteles?
—¿Nos están ocultando algo?
¡Esto no me puede estar pasando!
Caigo de rodillas al suelo. No quiero ni imaginarlo... ¡No puede ser cierto! ¡Necesito que haya una explicación racional de por qué el vuelo de Rick no aparece por ningún lado! ¡No puedo perderlo! ¡No...!
Me llevo las manos al rostro para tratar de ocultarlo de las lágrimas, de las miradas aprensivas de los pasajeros que van a sus vuelos. El drama que se está viviendo en O'Hare va a atraer la atención de mucha gente y los medios no tardarán en aparecer cuando sepan que Athena Díaz, está entre los familiares de los desaparecidos del vuelo IB273.
Siento unos brazos rodearme y ayudarme a ponerme en pie. Es Kay. No sé cuánto tiempo llevo tirada en el suelo. He perdido la noción del tiempo, mientras trato de pensar racionalmente que esta pesadilla puede tener un final feliz.
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Invitados por Navidad
RomanceSe acercan las fiestas y parece que no van a ser las mejores para Athena. Tiene que filmar en Chicago y no va a poder estar con Rick en Navidad. Rick también tiene compromisos que lo obligan a quedarse en Málaga para presentar: La Diosa de la Muerte...