Capítulo 5

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Después de la comida, el rey se retiro y la reina lo siguió, posiblemente para reclamarle el hecho de romper el compromiso de sus hijos y ahora que su hija estaba metida en un compromiso poliamoroso. Rhaenyra y Daemon sonrieron cuando Daemon tomó la mano de su esposa. Aegon se acerca a Lyra con una pequeña sonrisa.

Aeg: lo logré

Lyra sonrie con alegría genuina por el príncipe.

L: y estoy muy feliz y orgullosa de su valor, príncipe.

La sonrisa de Aegon se hace más grande en cuanto asimila las palabras de la dama.

Aeg: entonces... ahora que eres mi sobrina, puedes dejar de llamarme príncipe

Comenta Aegon con una pequeña risa. Eileen camina hasta las hija de Daemon pero Aemond toma su brazo con delicadeza.

Aem: ¿puedo acompañarla, lady Eileen?

La pelinegra asiente, aunque no quiere pasar mucho tiempo con el hombre que llama bastardos a sus nuevos "hermanos".

E: madre, iré al jardín

Le avisa a Rhaenyra, pues había prometido seguir ayudandole con los preparativos, Rhaenyra asiente con una dulce sonrisa.

N: las voy a esperar para seguir con los preparativos, mis niñas

Dice Rhaenyra y Eileen se va con Aemond al jardín, mientras Aegon sigue conversando con Lyra, más que una conversación es una constante petición por parte del príncipe para que la castaña deje las formalidades.

E: ¿puedo ayudarle en algo, príncipe Aemond?

Eileen es la primera que habla, pues ya hacía dos minutos que Aemond la escolta sin un destino y sin decir palabra.

A: ¿desde cuando eres tan cercana a los bastardos de Rhaenyra?

La voz de Aemond es dura, y Eileen se detiene dejando que Aemond camine un par de pasos extras.

E: me temo, príncipe que no estoy consiente de quien habla.

Los ojos de Eileen se clavan en Aemond, cuyo único ojo la mira con molestia.

A: sabes de quienes hablo, los hijos de Rhaenyra.

E: sus sobrinos, ahora son mis hermanos ya que la princesa Rhaenyra es mi nueva madre, y le agradecería que al menos frente a mí, deje de hacer esa clase de comentarios.

La voz de la chica es tranquila pero también dura, mientras que sus ojos brillan con molestia.

E: si eso es todo, debo ir con mi madre.

A: creí que eras diferente y que no estarías de lado de la zorra de Rocadragon.

La poca paciencia de Eileen cae al suelo cuando escucha esas palabras, dándole una fuerte bofetada al príncipe.

E: ella es su propia hermana, su sangre ¿Cómo puede expresarse así de ella? ¿A usted le gustaría que usarán esas palabras con su hermana Helaena? ¿O en un futuro con su esposa?

Aemond no responde, solamente se aleja enojado del lugar, maldiciendo a la pelinegra en su mente, ignora su entrenamiento para ir a buscar a Alys, la dama de su madre y también su amante. Por otro lado, Lyra había aceptado dejar de llamar príncipe a Aegon, el cuál parecía más que complacido por ello.

L: de verdad espero que su madre no se moleste con usted

A: aunque lo haga, estoy feliz por no tener que atar mi vida a la de mi hermana, llevo años con ese pesar

Responde Aegon cuando llegan a la puerta donde Rhaenyra esperaba a sus hijas, Aegon toma la mano de Lyra y besa suavemente su mano como despedida. Lyra entra con Rhaenyra y después de algunos minutos Eileen también entra, los preparativos les llevan horas, las suficientes para que las doncellas les lleven una cena ligera mientras trabajan.

La danza de las serpientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora