Rody Lamoree, un joven adulto desesperado por reunir la mayor cantidad de dinero para llevar a su exnovia a cenar.
Trabaja en un pequeño, pero elegante bistró. Dirigido por el chef Vincent Charbonneau.
Lo curioso de este pequeño restaurante, es que el dueño no tiene sentido del gusto y nadie lo sabe.
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{08:47 pm}
Asentando los utensilios limpios y acomodando el mantel de la mesa, Rody se dirige a la entrada del bistró a recibir a los últimos clientes que recién llegaban. Él, siendo una persona amable y carismática les sonríe, y los invita a pasar, les brinda el dichoso menú y espera por su repuesta para anotarla en aquella libretilla.
Todo esto es visto por Vincent, su jefe y dueño del bistró. Él está en la cocina viendo todo desde una esquina, monitorea cada acción. Se encarga de que todo esté impecable y perfecto.
El azabache mira a los cocineros y al cobrizo, dedica un determinado tiempo a cada uno, aunque, esto no sea muy equilibrado en ciertas ocasiones.
Es la segunda semana y última de Rody, dado que este ya ha logrado lo que quería desde un principio. Está más feliz de lo normal, Vincent lo ha notado, pero decide no darle mucha importancia.
❣
Dando por fin las nueve en punto, Rody termina de limpiar las mesas y de sacar la basura. El cobrizo se dirige a la cocina y mira a sus compañeros entrar a la oficina de su jefe, ve a cada empleado entrar y salir con su respectivo sobre.
Cuando ya es su turno, duda y se pone extrañamente triste, pero deja aquel sentimiento atrás al escuchar aquella monótona y cortante voz decir "pasa"...
—Ten, te veo el próximo lunes —frío y cortante se dirige al cobrizo. Algo relativamente normal entre ellos dos.
Le entrega aquel sobre marrón y guarda sus cosas por completo, empieza su caminata junto al chico a la parte trasera para salir y cerrar el lugar.
Antes de salir y dejar la cocina, Rody habla, deteniendo ambos andares.
—Sobre eso... —Está inquieto, no busca como expresarse correctamente—. Ya no trabajaré más, yo ya he conseguido el dinero suficiente... Y...
No debía dar más explicaciones, pero sentía que debía. Pero aunque quisiese no las pudo decir.
—Está bien.
Sigue con aquella peculiar cara, sin decir o expresar algo. Ningún indicio de alguna emoción.—Muchísimas gracias, Vincent. —Sonríe, aunque está inquieto y nervioso, la decisión que está a punto de tomar lo avergüenza, pero siente que es necesario hacerlo.
Rody se acerca un poco a su jefe y se pone de puntillas para abrazarlo.
Es su forma de agradecer, extraña y encantadora, pero también absurda y malditamente molesta.
¿Por qué tiene que ser demasiado cortés?El tacto es sincero, cariñoso y lleno de amor, pero no de ese amor que uno piensa. No como el que Vincent quisiese que fuera.
El azabache no quiere separarse, pero el abrazo tiene que terminar en algún momento, y eso ocurre. Siente el calor escaparse de entre sus manos y se queja rotundamente apretando su mandíbula.
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𝐻𝑢𝑛𝑔𝑟𝑦 (𝐷𝑒𝑎𝑑 𝑃𝑙𝑎𝑡𝑒)
Fanfiction𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐩𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐫𝐫𝐨𝐥𝐥𝐚𝐫, 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨𝐬 𝐲 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐬𝐜𝐮𝐛𝐫𝐢𝐫 𝐲 𝐫𝐞𝐬𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫. 𝐘, 𝐚𝐥 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐥𝐨, 𝐑𝐨𝐝𝐲 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐞𝐫𝐚𝐫𝐚́ 𝐝𝐞...