Manuscrito Borrador...

1 0 0
                                    


Me siento tan pequeño.

Despellejado, realmente siento como si todos mis pedazos hubieran explotado en pólvora, se hubieran esfumado en el viento susurrando miles de canciones perdidas en viejas ciudades ahogadas en el profundo del océano.

Ya no recuerdo como era su voz, tengo un leve dejo de su breve poesía, su extenso bioma de lunares escondidos entre los pliegues de su sonrisa, sus ojos oscuros perdiéndose entre sus largas pestañas, como si fueran puertas sagradas que no todos eran merecedores de verle.

Y yo, como fiel seguidor de su aura, rezaba entre las albas para verle otra vez.

Ya no era una musa, era la eternidad misma pasada a su lado, escuchando embalsamado la sinfonía de su risa.

Me alimentaria de su silueta perdida en la nebulosa del paisaje, en el centellar de sus pies contra el suelo de manera rápida, como si la libertad misma le acompañara, como si donde dejaran sus pisadas, serian mis migajas.

Que tan puro debería ser para pensarla, me gustaría alabarla, mas no tocarla. Simplemente me dejaría llevar por su sentir, con tal de que ella existiera, mis días serian milenarios.

No toques mis amapolasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora