Estaba dando vueltas por la casa rosada, si, privilegios de una pibita que su papá trabaja con el nuevo presidente, Javier Milei.
Soy hija de Mariano Cúneo Libarona, el ministro de justicia. Mi papá es muy amigo de Milei, por lo tanto Javier ya me conoce, y me deja estar en la casa rosada.
Recien habia salido del colegio, y queria pasar a saludar a mí papá, y a lo mejor podría el llevarme devuelta a casa. Asi que empecé a caminar un poco boludeando, y otro poco para ir a su oficina, cuando me topo con otra persona.
- Pero mira quien está acá.- escucho detrás mio, y me doy la vuelta. El calzón se me bajó, y el corazón se me paralizó. Era Santiago Caputo, era mi crush desde hace bastante tiempo.
Me doy la vuelta a mirarlo y sonrió.
- Hola Santi.- digo y camino hacía él para saludarlo, con el tipico beso en el cachete.
- Que haces por acá Anto?- me dice y saca un pucho de su bolsillo.
- Buscando a papá, no sabe igual que estoy acá.- digo y se rie con el pucho en la boca, me hace que lo mire medio embobada por su sonrisa.
- Tene cuidado, no vaya a ser que Milei te encuentre por acá, y te tenga que ir a salvar yo.- dice en broma, y enciende su cigarrillo.
- Te informo que Milei me quiere mucho, y el me autorizó a que pueda estar acá.- digo cruzandome de brazos.
- Venis del cole? - dice y tira el humo para otro lado.
Dios, la manera que me podia verlo fumar.
- No, me pongo la ropa del colegio porque no tengo más ropa.- digo con un notorio tono de sarcasmo.
- Entonces te informo que esa pollera esta muy cortita.- dice por ultima vez, y tira el humo mientras camina, me dejo con la palabra en la boca.
Lo estaba mirando como una boluda como caminaba y iba fumando, pero para darle el toque final, gira la cabeza para mirarme por ultima vez, sonriendo y sacando un poco de humo por la boca.
Que pendejo hijo de puta, creo que si el me lo pide me arrodillo.
- ANTONELLA!- escucho detrás de mi y me asusto. Era mí papá.- Que haces acá?- dice enojado con el ceño fruncido.
- Pa, te venia a ver- dije ahora algo avergonzado.
- Que te dije de venir a mi trabajo?- dice acercándose a mi y muy enojado. Bueno, mucho privilegio... no tenia yo acá.- No te quiero volver a ver por aca, me oiste?- dice ya cerca de mi.
- Si pa, pero- me deja con la palabra en la boca.
- Me oiste Antonella?- dijo esta vez agarrandome del brazo.
- Si papá, perdón.- digo y me quedo mirando el suelo.
Nos quedamos en un silencio incómodo, se ve que no tubo un buen dia en el trabajo.
- Anto! - escucho en lo lejos, y mí papá me suelta el brazo. Era Santiago otra vez.- Viniste a verme?- dice haciendo como si no nos hubiéramos visto antes, y me guiña el ojo, mientras se acerca.
- Hola Santi, si- digo sonríendo, y el me saluda.
Mí papá no entendia nada, y solo queda mirándome.
- No pense que... venias a verlo a Santiago.- dice mí papá ahora algo mas relajado.
- Aparte de querer pasar tiempo con vos, queria ver a Santi.- digo nerviosa y mi papá asiente. Él no lo veia raro de que sea amigo de su compañero de trabajo, pero Santiago muchas veces fue mi salvador en muchas ocasiones.
- Si no le molesta Mariano, puedo llevar a Antonella a su casa?- dice y pone sus manos en los bolsillos del pantalón.
- Para nada, aparte me harias un favor- le dice sonriendo a Santiago, y le palmea el hombro.- En casa charlamos.- me dce mirandome amenazante y se vuelve a ir por el pasillo.
- Gracias.- digo mirandolo, cuando mi papá se fue.
- De nada, menos mal que podias hacer lo que quieras acá eh.- dice riendose y camina.- Vamos que te llevo a tu casa.
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Buenasss, como andan como andan. Nueva obsesión, nuevo fanfic. Esta historia va a ser algo daddy iusses, para darle un transfondo subi el prólogo.
No soy experta escribiendo, como muchas veces lo digo, pero creo que esta novela va a ser mas corta.
En fin Santiago Caputo me tiene toda, nos vemos mis amores.
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