E x t r a: D í a l i b r e

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HyunJin había llegado ese día a su oficina con su lobo atormentándolo desde que salió de la cafetería

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HyunJin había llegado ese día a su oficina con su lobo atormentándolo desde que salió de la cafetería. Saber que su omega estaría solo por tantas horas, además de tener tanto trabajo para él solo, solo le provocaba querer regresar y estar para él, quería estar a lado de Felix.

Pero como si ese pensamiento fuera la llave que necesitaba, su lobo saltó emocionado de solo pensar estar con él. Tomó asiento detrás del escritorio y dejó el café sobre la superficie, enfocando su atención en el postre que resguardaba en una pequeña bolsa.

El dulce aroma del chocolate y un pequeño contraste de vainilla lo envolvió, desenvolviendo el tenedor de la servilleta antes de partir el primer pedazo de la rebanada. Dirigió a su boca el bocado, degustando maravillado el pastel; con el pan mitad vainilla y chocolate, junto con la superficie glaseada de chocolate y una fresa adornando la parte central.

Soltó un jadeo de satisfacción, totalmente encantado con el sabor que envolvía su paladar. Tomó un sorbo de su café antes de que la puerta fuera tocada, sacándolo de su ensoñación y guardando el pastel nuevamente dentro de su caja.

—Adelante.—Habló, limpiando las migajas de su bocado con la servilleta.

—Buenos días, Hwang.—La voz cantarina de su mejor amigo se precipitó por la puerta, MinHo entró con una carpeta entre sus brazos.—¿Qué tal la mañana?

—Buenos días, Min.—Saludó de vuelta, ajustando su corbata.—Estoy bien, ¿Qué me dices tú?

—Todo bien, solo vine amargarte la mañana diciéndote que tienes dos reuniones para el día de hoy.—Le guiñó el ojo divertido, tendiendo la carpeta.—Y necesito tu firma en estos documentos para autorizarlos, son de la reunión de la semana pasada.

El pelimorado emitió un pequeño gruñido, disgustado en pensar en el itinerario del día. Agarró la carpeta, echándole una rápida mirada antes de ir firmando en los espacios en blanco, sintiendo un tirón de su lobo.

—¿Qué tengo para el día de mañana?—Cuestionó, recordando la idea depositaba en su mente.

MinHo trató de hacer memoria.—Tienes programada una cena con los accionistas, ¿Recuerdas que quieres invertir en una segunda planta? Debes de tratar de aquello mañana.

—¿No hay manera de recorrerlo?

Su amigo se sorprendió de gran sobremanera, ¿Recorrer una reunión? Jamás en su vida trabajando a lado del pelimorado había escuchado esa petición como tal, ¿Qué estaba ocurriendo? Se sintió sumamente curioso por ello, tomando asiento en una de las sillas frente al escritorio.

—¿Tienes algo más que atender?

HyunJin titubeó por un momento, cerrando la carpeta.—Sí.

—¿De qué trata?

—Son temas personales.—Se limitó a contestar.

Pero su aroma lo delató, intensificándose de solo pensar en Felix y en estar a su lado, sorprendiendo al alfa que estaba al margen de su situación.

—¿Personales como un omega en tu vida?—Cuestionó divertido.

El alfa pelimorado estaba tentado en aventarle la carpeta, pero se limitó a dejarla a un lado.—No es de tu incumbencia.

—Supongo que no se puede recorrer esa reunión, debes de asistir a las siete de la noche, así que espero que estés preparado para reunirte con ellos.—Se levantó del asiento, tomando la carpeta dispuesto a irse.

Cerrando sus ojos, soltó un suspiro.—Bien, sí se trata de un omega, ¿Contento?

—¿Tiene que ver a la cafetería donde vas todos los días?

—¿Cómo es que tú...?—Frunció el ceño, desconcertado.

—Solo soy observador, Hwang. Ten por seguro que estarás libre mañana, pero más te vale presentarme a ese omega que te trae loco, o de lo contrario no volveré a dar la cara por ti en estos casos.—Amenazó antes de salir de la oficina, dejándolo solo.

HyunJin miró con confusión a la puerta, ¿Qué era todo lo que acababa de pasar? Sabía que tendría una gran charla con MinHo, pero se sentía contento al conseguir el día de mañana libre para ver al omega. Su lobo revoloteó contento, ansiando poder llegar al día siguiente y así estar a su lado, sintiéndose extasiado de solo pensarlo.

Sin poder apartarlo de sus pensamientos, el resto de su día se la pasó pensando en lo que ocurriría tan pronto como el día siguiente se presentara, anhelando que las horas se le pasaran volando, tal y como le había deseado al omega antes de salir de la cafetería.

Sin poder apartarlo de sus pensamientos, el resto de su día se la pasó pensando en lo que ocurriría tan pronto como el día siguiente se presentara, anhelando que las horas se le pasaran volando, tal y como le había deseado al omega antes de salir ...

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Coffee¹ › HyunLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora