E x t r a: N i d o

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HyunJin terminó de acomodar las prendas al mismo tiempo que escuchó un tintineo de llaves en la entrada

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HyunJin terminó de acomodar las prendas al mismo tiempo que escuchó un tintineo de llaves en la entrada. Su lobo se removió, aullando emocionado antes de hacerlo apartarse de la habitación y dirigirse a la puerta, observando como su omega entraba lleno de bolsas y un puchero en sus labios, alertándolo de manera inmediata.

—Amor, ¿Cómo te fue? ¿Por qué ese gesto?—Cuestionó tan pronto como lo alcanzó entre sus brazos, teniendo de por medio su vientre abultado y las bolsas de sus compras.

—Bien, pero quería llegar ya porque el dolor de mis pies me está matando, los demás olores me estaban ocasionando querer vomitar y JiSung no dejaba de comprar todas estas cosas cuando yo solo quería descansar.—Se quejó, soltando las bolsas antes de acurrucarse en el pecho de su alfa, restregando su mejilla contra la camiseta.

Felix se encontraba fascinado con la idea de sus cachorros, la habitación se encontraba siendo remodelada para su llegada y todas las noches soñaba con conocerlos. Pero desde que entró a su séptimo mes, lo que más aborrecía era tener que salir de casa por uno u otro motivo, sus pies se hinchaban, sus prendas ya no le quedaban por su enorme vientre donde dos cachorros aún se desarrollaban, además de lo molesto que era el ruido y los olores del exterior, prefería la comodidad de su hogar en compañía de su alfa, ahora más que por fin se encontraba a su lado y así sería hasta el nacimiento de los bebés.

Los últimos días había estado demasiado estresado y de malhumor debido a las vueltas que ha dado a la cafetería, las salidas que JiSung le había pedido para comprarle regalos a los cachorros y las citas médicas para sus respectivos chequeos. En cuanto llegaba a casa, HyunJin siempre tenía que llevarlo a la habitación para hacerlo sentir cómodo y terminaban al centro de la cama, abrazados mientras Felix se quejaba y sollozaba, sintiendo todo abrumador alrededor suyo.

Por ello, aquel día donde el omega había tenido una cita de compras con su compañero de trabajo, HyunJin había aprovechado estar solo para poder darle una sorpresa a Felix.

—¿Por qué no vamos a descansar? Te ayudaré a desempacar todo mientras logras estar tranquilo, no quiero que te sientas alterado.—Besó su frente con cariño, acariciando su espalda antes de guiarlo por las escaleras para ir a la habitación.

Felix puchereó ante la dificultad de subir el tramo, pero cuando estuvieron en la cima y visualizó la puerta de la habitación, casi lloró de alegría al saber que por fin estaría descansando. Sus pies lo mataban, su cabeza palpitaba por el estrés generado en el centro comercial y, lo único bueno, era que las náuseas se habían disipado cuando el olor al exterior se quedó fuera de su hogar.

Pero tuvo que sospechar que su alfa había tramado algo en su ausencia cuando lo vió removerse nervioso frente a la puerta de la habitación, bajando la mirada.

—Hice esto con la intención de poder verte tranquilo, pero no estoy seguro que haya salido bien.—Señaló la puerta con gesto dudoso, soltando un suspiro.—Espero no molestarte, solo entiende que jamás hice uno y mi lobo me pedía que encontrara una forma de tranquilizarte, solo pensé que esto podría servir.

Felix sintió a su propio lobo moverse con curiosidad, empujando la puerta con suavidad antes de poder observar el interior de la habitación. Sus ojos se humedecieron y colocó sus manos sobre sus labios, tratando de retener el pequeño sollozo que amenazaba con salir ante la emoción que sentía.

De pequeño, recordaba las historias que sus padres le contaban con respecto a los nidos. Sabía que por naturaleza los omegas preparaban sus nidos cuando estaban por cumplir los nueve meses de gestión, cuando el alfa se encontraba lejos o cuando se sentían demasiado abrumados por emociones negativas. En su caso, ninguna de ellas había surgido, su tema con los nidos tampoco se encontraba muy bien desarrollado ya que en su vida solo recordaba tres ocasiones donde había hecho nidos, la última vez en compañía de su alfa después de sentirlo demasiado mortificado y estresado por el trabajo.

Ahora ver el adorable nido que se encontraba en medio de la habitación, los aromas combinados del de su alfa, el suyo y aquel nuevo que se había impregnado por los cachorros, mucho más dulce que el de él mismo. Las prendas de HyunJin eran las que predominaban, además de ser la capa superior del nido; sentir aquellos olores familiares provocó que su lobo aullara contento, queriendo fundirse en el lugar y jamás salir de ahí.

—¿Te gustó? Sé que no es muy bonito, pero quise poner tus prendas favoritas y hacerlo tan acogedor como pudiera. Prometo que el próximo saldrá mejor, y que me demoraré menos.—Prometió con las mejillas levemente sonrojadas, tratando de descifrar las expresiones de Felix.

—Me encanta, es demasiado lindo.—Envolvió sus brazos alrededor del cuello ajeno, enterrando su rostro sobre su hombro.—En verdad, gracias. No sé qué decir, solo agradecerte, pero esto es demasiado, mi lobo y yo estamos contentos.

—Lo puedo sentir, omega. Me alegra escucharlo, estaba asustado de que no te gustara o provocara el efecto contrario a calmarte.—Sonrió divertido, apartádolo de su hombro para observar su rostro, acunándolo entre sus manos.—Siempre trataré de velar por tu calma, verte feliz y tranquilo, no importa lo que tenga que hacer para lograrlo.

—Eres demasiado perfecto, te amo mucho, alfa.—Susurró antes de depositar un casto beso sobre sus labios, girándose para ver el nido.—¿Podemos entrar? Mi lobo está inquieto por hacerlo.

HyunJin sonrió, asintiendo.-Adelante, el nido es tuyo.

Cuando Felix se posicionó al centro, y sintió la falta de calor de su alfa, lo siguió observando al borde de la puerta mientras lo observaba.

—¿Por qué no entras?—Cuestionó con el ceño fruncido, posando sus manos sobre su vientre abultado.

—No quiero perturbar a tu lobo, prefiero que estés disfrutándolo por tu cuenta.

El alfa era consciente que necesitaba el permiso de su omega para poder entrar al nido. Aunque él hubiera sido el creador de este, no pensaba faltarle al respeto a su pareja al entrar sin su consentimiento; suponiendo que era un lugar especial para él, lo último que quería era alterarlo cuando debía de calmarlo.

—Ven, no debes de pedir permiso, solo te quiero a ti aquí.—Palmeó el lugar a un lado suyo, esperándolo.

Sintiéndose conmovido, no dudó en entrar y tomar asiento a su lado, rodeándolo entre sus brazos antes de besar su mejilla. Felix se sintió completo, cerrando los ojos mientras soltaba pequeñas risas cuando HyunJin paseaba sobre su rostro, depositando castos besos donde alcanzara desde su postura. No necesitaba nada más, solo a su alfa a su lado para poder estar bien.

 No necesitaba nada más, solo a su alfa a su lado para poder estar bien

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Ahora si hemos terminado esta linda historia. 🫂💗

Gracias nuevame a ggkthaus por dejarme adaptarla. 🫶🏻💗

—Wallie.

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