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Regresé, esta vez me hice espacio entre las rocas de la costa, escribo pero siento sus risas y ojos sobre mi nuca, no me atrevo a mirarlas. Estuve soñando varias noches con la efímera conversación que tuve con Marsh, no salía de mi cabeza, me pregunto si ella puso un hechizo en mí, me habrá recitado un poema en forma de susurro y me obsesioné completamente con ello.

Se acercaron a mí tiempo después, trazaron una estrella con rocas y la cerraron con un círculo, Danielle me dijo que era un pentagrama, dijeron que me estaban esperando por un largo tiempo, Marsh me preguntó si había recibido sus señales, no lo entendí, pero Hanni Pham, otra de las chicas, lucía tan emocionada que me hizo sentir emocionada también, me hicieron buscar mi lugar en una de las puntas de aquella estrella y me sentaron ahí, encendieron una pequeña hoguera y Lee Hyein, la menor de todas, recitó unas palabras que no logré escuchar con precisión.

El fuego se enalteció, todas se emocionaron, el corazón me latía con fuerza y aunque no lo entendía, me sentía encontrada.

erudita; daerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora