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Silvi
Hoy era un nuevo día, esperaba que un gran día, ya que era el primer día en mi nuevo instituto, el ies isla de la piedra.
No tenía ningún amigo ahí ya que era nueva en ese pueblo, Piedras Negras, me había trasladado ahí este verano, pero, verano no es una buena época para mudarse.
Solamente me había tenido que mudar a España por el trabajo de mis padres, en Corea vivía mucho mejor, con mis amigos, familia...
Lo peor, es que yo cuando me dijeron España, pensé en sitios como Madrid, Albacete, Barcelona, Onitsuaf..., pero no, tuvimos que venir aquí, a Asturias.

Mi rutina de día empezó con una ducha, al salir, me sequé el pelo y me dispuse q vestirme y maquillarme, aunque ya me había duchado, la verdad era que seguía teniendo sueño.
Antes de ponerme la mochila para salir de casa, me puse los pendientes.
Decidí no desayunar este día, ya que, tenía que verme bien, y no podía arruinar comiéndolo, no me importa si me dicen que voy a morir de bulimia.

Al llegar al instituto, me encontré con mi prima Ana.
-Trakaaa- le dije yo ya que soy una graciosilla
-Silvia calla, mira, hay un chaval que te está mirando mucho-
-¿Qué dices? Loca, te lo estarás imaginando-
-No, bueno, déjalo que ya hay que ir a clase-
Dijo Ana tomando la iniciativa de ir a clase, tuvimos que subir unos cuantos pisos, y unas cuantas escaleras, ya que nuestra clase estaba en el último piso. Muchos llegaron cansados, pero yo, llegué arriba rápidamente y como nueva, sin importarme mucho lo que haya subido.
Entramos a clase y vi a un montón de gente hablando, yo simplemente me quede parada con una ceja alzada sin saber que hacer, hasta que llegó la profesora.
-Chicos, callados, ha llegado una nueva compañera, ¿Quieres presentarte?-
-Ehh h-h-h-h-h-h-h-h-h-h-h-h-h-h-h-h-h-ho-ho-ho-hol-hola soy Silvia, tengo 16 años y vengo de San xoxi kim, Corea, me mudé aquí por el trabajo de mis ñadres, mi sueño es ser idol de kpop y poder acostarme con un bts, quizá con taeyun o con kin sinchan, no se, hay tantos para elegir, una vez tuve un novio que se llama Nico-chan pero se suicido porque sus padres le pegaban y se acostó con mi tío abuel-
-Silvia, creo que ya es bastante-
-Oh si, claro-
Dije y fui a sentarme en el único sitio libre que había, en tercera fila al lado de la pared.
Detras tenía a un chico muy atractivo, creo que se llamaba Pablo Charro o algo así, hace unos días le habían gritado algo de eso. Gire un poco la cabeza y vi un chico muy guapo, piel negra, ojos oscuros, ropa blanca, uuuf.
A mitad de segunda hora, casi me quedo dormida, debido al aburrimiento que me producía física y química.
-BUENO CCCCHHHICOOS, HACER PPPPPARRREJAS-
Oh no, ¿Ahora que hago? ¿Con quien me pondré? Si no conozco a nadie aquí.
De repente sentí un golpe en mi espalda, así que decidí girarme.
-Ey, soy Pablo, ¿quieres hacer el trabajo conmigo?- me dijo aquel chico, Pablo Charro, oh Dios, tenía una voz de fuck boy que me hipnotizaba tan solo con escucharla.
-Claro-
-Bien, eras Silvia, no?-
-Si-
En la clase de física y química no había una silla para mi, y a causa de eso, me tuve que quedar de pie.
-Bueno, ya que no hay sillas, que tal si te sientas encima mia gatita?-
-Oh, no quiero molestarte-
-Créeme que no molestas...-
Me senté encima de él tímidamente, aunque sentí como algo bajo mis piernas crujía, el se veía muy cómodo.
-¿Qué ha sido eso?-
-Mis huesos, pero no te preocupes nena, ya se curarán, es mejor tenerte aquí-
-Oh- no puede ser, me sentía tan avergonzada, pensé que lo peor de mi obesidad hoy había sido quedarme atascada en la puerta del instituto, y en la de clase claro, ya que era mucho más pequeña, pero no, pasó algo peor, romperle las piernas a Pablo Charro.
-Bueno, vamos a empezar gatilla comelona-
Dijo y él y acto seguido empezamos a trabajar.

Unas horas después, por fin sonó el timbre para el recreo, aunque salí algo inseguro ya que no sabía con quiene estar.
Iba caminando para salir al patio, cuando de repente sentí que alguien me empujaba por detrás, haciéndome tropezar para casi caerme.

-Que no te enteraaas Contreraaaass- me dijo una chica de mi clase, creo que se llamaba Sofía.
-Me da igual, me voy- le dije desafiándola
-De eso nada monada...- espera, quien era esa?
Me giré para mirar a la chica que me lo había dicho, oh no, era Aisha, hoy la vi hablando con el guapo de clase, me puse taaaan furiosa.

Aisha me acorraló contra la pared, pero antes de decirme nada, volvió a hablar otra persona.
-DÉJALA-
-Zayra no te metas- dijo Sofía
-Si me meto, sois unas perrilla- dijo la tal Zayra mientras me cogía del brazo y me llevaba con ella.

CaléWhere stories live. Discover now