La caída de un héroe

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Los días lunes, martes y viernes Light tiene clases de preparación universitaria por horas de la tarde, a excepción de los viernes que empiezan a las seis de la tarde y terminan a las ocho.

Hoy por ser miércoles podría decirse que tiene la tarde libre, la cual siempre aprovecha para estudiar y leer un poco.

Sin embargo llegó a casa hace más de media hora y lo único que ha hecho es quitarse el saco y la corbata del uniforme, pero en lugar de ponerse a estudiar lleva largo rato sentado en su cama ojeando el cuaderno de empastado negro.

Observa los nombres de la segunda mitad, esos que él ofreció a Kira. Hay tantos tachados y muy pocos aprobados, se pregunta por qué Kira no los tomó en cuenta, ¿no eran criminales lo suficientemente reconocidos para él? ¿No iban a darle la atención que buscaba? ¿Realmente hace lo que hace por volver el mundo un lugar mejor? ¿Kira es de verdad un justiciero o solo alguien buscando llenar su ego?

Traga saliva al repasar esa última pregunta, de inmediato pasa las páginas y se detiene donde la lista termina, fijándose en el último nombre que llegó a escribir, que más bien es solo una letra "S", nunca pudo escribirlo completo. Delinea con el dedo cada curva de la letra mientras se pregunta si él habría sido capaz de matar a esa persona de haber tenido el poder de hacerlo. Por mucho tiempo deseó hacerlo pero nunca tuvo el valor, solo fueron pensamientos al aire, soñar despierto. Ni antes ni ahora cree que podría cometer un crimen tan atroz como un asesinato, pese a que la persona lo merezca.

Entonces, ¿qué pretendía al extraer esos nombres de los archivos de su padre para compartirlos con Kira? Sí, decir que fue por ayudar a Misa suena muy poco convincente, porque él sabe que su plan era que llegado el momento también revelaría ese nombre en un intento de hacer justicia, pero ¿justicia de qué si no hay antecedentes? Pareciera que lo único que quería es que alguien más se manchara las manos porque él no tendría el valor para hacerlo.

¿Realmente está mal deshacerse de criminales? ¿Realmente está bien deshacerse de criminales?

Tocan a la puerta y de inmediato esconde el cuaderno debajo del colchón. Sus padres siempre esperan una respuesta de su parte, pero no es el caso de...

—¡Liiiiiight! —Sayu abre y corre hacia él, quien se pone de pie para recibirla.

—No te escuché llegar. —La estrecha contra su pecho, dándole un beso en la cabeza. Los miércoles suele estar en casa antes que ella.

—¿Y por qué no te has cambiado aún? —Pregunta al separarse y verlo con parte del uniforme aún puesto— Bueno, no importa. Mamá quiere que bajemos porque han venido unas amigas y quiere que las saludemos. —Lo toma de la mano, jalandolo con ella. Los pies de Light se mueven por inercia.

—¡Oye! No... espera y me cambio... —Balbucea, poniendo un poco de resistencia.

—¡No hay tiempo! —se detiene de pronto a la vez que da media vuelta para verlo de frente, sus ojos de un marrón más oscuro brillando demasiado— ¡Hoy se estrena la nueva serie que protagonizará Hideki Ryuga! ¡Sí bajamos ya a saludar, podremos subir a tiempo para verlo desde el inicio! ¡Y tú la verás conmigo!

Light pone los ojos en blanco. —Lo haré pero solo porque Misa hará una aparición especial, ok?

Su agenda siempre puede ser modificada por su hermana, solo por ella.

Sayu encoge los hombros antes de volver a jalarlo, yendo escaleras abajo. Sin embargo los dos se detienen en el recibidor para acomodarse la ropa, no pueden entrar a la sala corriendo «como si son cabras», o algo así diría su madre.

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