El Shinobi y el Ángel de la Nieve

V

5: Los años pasan
Descargo de responsabilidad: no soy dueño de nada

Era un día tranquilo en la casa Uzumaki, con Naruto jugando con Toya y Rei descansando en la sala de estar. Como era domingo, toda la familia tuvo la libertad de pasar un rato agradable juntos. Todos se querían mucho, así que tener ese tiempo para ellos los hizo muy felices.

"Pst."

Bueno, al menos todos excepto Rei. Los ojos del Ángel de las Nieves temblaron de irritación ante la voz, que pertenecía a un hombre que no había dejado de molestarla desde que comenzó el día.

"¡Rei~!"

"¿Ahora que?" Ella gruñó irritada y se frotó las sienes.

"¿Por qué no dejas a ese chico Naruto y pasas el rato conmigo?"

Rei se quedó inexpresiva ante la voz, ni siquiera sorprendida por la extraña sugerencia. ¿Ella traicionando a su marido por otro hombre? Cómico. Tanto ella como Naruto todavía estaban muy enamorados y leales el uno al otro, y no podrían estar más felices. Por eso no quería nada más que poner a este hombre detestable en su lugar.

Pero sólo había un pequeño problema.

"¿Esto otra vez, Naruto?" Rei miró fijamente al hombre, "¡Dejando de lado el hecho de que eres la misma persona, no te dejaré el Original!" Ella le gritó con justa furia en sus ojos.

"¡Pero ese tipo es tonto! Soy mucho más genial, ¿sabes?" El clon hinchó su pecho con orgullo, sólo para entrar en pánico cuando el puño de Rei bajó para reventarlo. "¡No! Rei-chan, nuestro amor debe ser-" el clon fue cortado porque ya no existía.

Rei miró fijamente el humo que se desvanecía con una sonrisa cariñosa. Esto había sido un problema desde que conoció a Naruto. Como Naruto estaba perdidamente enamorado de ella, también lo estaban sus clones. Cada vez que Naruto hacía clones para hacer las tareas del hogar, uno o dos de ellos siempre eran demasiado dramáticos y confesaban su amor eterno por ella. Y cuando su marido se enteró de esto, comprensiblemente se enojó. Siempre peleaba con los clones sobre quién amaba más a Rei y siempre ganaba.

Naruto estaba tratando de competir con Naruto por el afecto de Rei. Era algo romántico y lindo si fuera honesta. Y ella podría decir una cosa, pero todos los clones de Naruto eran totalmente dulces. A menudo compraban chocolates y regalos a Rei, con la esperanza de "cortejarla". Y como después de todo era su marido, Rei podía aceptar los regalos sin sentirse culpable. El chocolate gratis siempre fue bienvenido.

"¡Mamá!"

Rei fue interrumpida de sus pensamientos cuando la puerta se abrió de golpe y una figura pelirroja entró corriendo. Ella ya anticipó el próximo curso de los acontecimientos y simplemente abrió los brazos con una sonrisa.

"¡Vaya ~!" Toya se lanzó a los brazos de su madre con un grito de alegría y se rió cuando Rei lo levantó y le hizo cosquillas en los costados. "¡Jeje! ¡Mami, eso hace cosquillas!" Intentó en vano zafarse del agarre de Rei, pero ella fue implacable y abrazó al niño más cerca de ella.

"¿Te divertiste jugando con papá, Toya?" Rei miró a su hijo y lo acomodó en su regazo.

"¡Sí!" Toya le dedicó una sonrisa con dientes en respuesta. Se parecía mucho a Naruto. "¡Seré un héroe profesional como mamá y papá!" Declaró Toya bulliciosamente, haciendo lindos golpes de kárate con sus pequeñas manos.

"¡Ay~!" Rei arrulló ante la adorable vista, abrazando a su hijo aún más cerca. "¡Mi pequeño va a ser el héroe más fuerte que jamás haya existido!"

"¡Sí, lo es!" Naruto se unió a ellos en el sofá, rodeando a su esposa con un brazo. "¡Te extrañé, Rei-chan!" le sonrió alegremente, haciendo que su hijo imitara su sonrisa.