Nacido oculto, dentro del Clan mas poderoso de todo el Inframundo... Daemon Bael, saldría a la luz y demostraria que su existencia, no fue una simple coincidencia en el destino del mundo. Daemon Bael, nació para demostrar que el, era el Príncipe de...
- Momentos después - Fuera de la dimensión del Rating Game -
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Daemon apareció en medio del gran salón de baile, dentro del Castillo Phenex. Daemon miro como todos lo estaban mirando de diferentes maneras. Algunos lo veían con sorpresa, otros con miedo y algunos pocos... Con interés. Esto no le importaba a Daemon, el solo busco a su familia y al encontrarla entre la multitud, fue en su dirección. Daemon también noto que su Nobleza ya estaba aun lado de su familia, por lo que al llegar, fue recibido por gran abrazo de su madre.
"Oh, mi niño" Dijo Lady Talysa, abrazando fuertemente a Daemon y besando su mejilla. Daemon sonrió y beso la mejilla de su madre. "Estoy bien, madre. No me pasó nada" Dijo Daemon, ya sabiendo que su madre era realmente muy sobre protectora con el.
Cuando Daemon miro a su padre, pudo ver un rostro y sonrisa de total y gran orgullo. Magnus Bael, era un hombre muy rico, poderoso e importante en el Inframundo. Se podría decir, que su padre, era el segundo hombre mas importante en el Clan Bael y uno de los 5 hombres mas importantes en todo el Inframundo. Magnus tenia el miedo y respeto en igual manera. Un hombre que contaba con la lealtad y el odio de las personas. Daemon estaba sumamente orgulloso de que Magnus sea su padre, aunque no era su padre biológico... Daemon lo veía como tal. Por lo que la único en lo que Daemon tenia una gran cantidad de esfuerzo... Era para ver que su padre se sienta orgulloso de verlo y presentarlo como a su propio hijo.
"Padre" Dijo Daemon, parandose frente a su padre. "Hijo mio" Dijo Magnus, para abrir sus brazos y darle un fuerte abrazo a Daemon. Ambos golpearon con fuerza la espalda del otro, pero era un abrazo ambos hacían con cariño y con gran respeto. <El honor y el respeto, era lo que un gran guerrero debe tener... Pero un Gran Lord, debe tener el miedo y el respeto de sus enemigos. Ganate estás 4 cosas... Y vas a ser conocido como un Gran Lord> Daemon recordó las palabras de su padre.
Al separarse, padre e hijo se vieron a los ojos y ambos pudieron saber que de parte de cada uno... Tenia gran respeto por el otro. Algo que padre e hijo, se habían ganado hacia el otro con sus acciones pasadas y presentes. Daemon estaba sumamente orgulloso de poderse llamar hijo de Lord Magnus Bael, El Rey de la Destrucción. Un titulo que a el mismo, le darían en menor grado... El Príncipe de la Destrucción. Recordó Daemon. El solo quería agradecerle por todo lo que el había hecho por el. Magnus pudo haberlo dejado pudrirse en Pozo Dragon, pero el eligió cuidarlo, criarlo y tomarlo como su propio hijo.
Pero la Familia Bael fue interrumpida por la llegada de la Familia Gremory. Los cuales, venían junto con la Nobleza de Rias y Sirzechs, junto con su esposa, Grayfia. Al estar aun lado de Magnus y su familia, Venelana fue la primera que hablo. "Padre, Lady Talysa" Comenzó Venelana, recibiendo un reconocimiento de parte de Lady Talysa. Pero en el caso de Magnus, solo miro a Venelana y pudo ver que a pesar de los años, ella aun no podía verlo por mucho tiempo a los ojos. "Venelana..." Dijo Magnus con su tono seco habitual.
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