CAPITULO 5

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Ciudad siete….  Casa de Gerardo.. 

Hora …..Nueve de la mañana.

Josafat se encuentra entrenando en el patio.

En ese momento entra Johnn.

– ¿Cómo estás muchacho?

– Ey Johnn, todo bien.

– Que gusto muchacho, por cierto¿ Está el Superior?

– Si, pásale ( señaló hacia la puerta de la casa ) creo que está en su despacho.

– Gracias — dijo mientras seguía caminando

Josafat siguió entrenando después de esa pequeña platica con Johnn. 

Despacho del superior Gerardo

Johnn toca la puerta

– Puedes pasar — se escuchó de adentro

Johnn abre la puerta

– Que gusto es verlo Superior,  por cierto saludé a su muchacho, se mira bastante diferente— dijo mientras inclinaba la cabeza 

– Si, ya lleva unos días aquí, mañana se va.

Pero en fin  ¿ Cuéntame cómo te fue ? — dijo sin alzar la mirada de unos papeles que estaba leyendo

– Si, superior, en la ciudad ocho hay avistamientos de unos chicos que no pertenecen a ninguna organización pero han estado vendiendo alguna droga o algo parecido y las ventas de nuestros puntos son pocas. Estos chicos la venden más accesible.  Todo esto ocurre en los barrios altos.

En los barrios medios, se han avistado algunas chicos con este símbolo ( le entrega un símbolo de una montaña)  todos en distintas partes de los barrios medios. Por otro lado, aquí en ciudad siete también se a visto personas de los barrios bajos con objetos que traen el símbolo de la montaña, posiblemente son regalos de esas personas ( se quedó viendo al superior Gerardo)

– Muy bien, ¿ Ya está listo el lugar de torturas ?

– Si superior todo listo — dijo algo nervioso —

– Excelente, pues vayan por uno de esos hijos de puta— dijo con una voz amenazante —

– Claro superior

— ¿Por qué sigues aquí parado? — alzó la mirada el superior Gerardo

– Oh disculpe, creí que era para…. Me voy, que tenga un buen día — dijo con vergüenza

Al salir del despacho del superior Gerardo.

Johnn recibe una llamada.

– Bueno – dijo en voz baja 

–¿ Ya quedó todo listo ? 

– Si, ya dio la orden de captura a uno de ellos 

– Excelente, sigue con eso 

– Así será — dijo Johnn mientras colgaba la llamada 

Josafat alcanzó a escuchar a Johnn, solo se lo quedó mirando y Johnn se despidió de él.

A la mañana siguiente un auto estaba estacionado enfrente de la  puerta de la casa de Gerardo. 

– Bueno, papá, mamá, pequeño marcos, me tengo que ir, los veré pronto. Marquitos cuida la casa por mi.

– No me digas así hermano, ya estoy grande.

– Lo sé, pero aún sigues siendo mi hermano menor ( esbozo una sonrisa)

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