25 // LAURA

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Sali de clase mas pronto de lo normal y vi a Erik con la moto justo delante de la puerta porque tenia una entrevista de trabajo y decía que se sentía mas seguro o eso le parecia a el porque yo no hacía nada.

— Nos vamos - dijo el

— Si, vamonos pero antes podemos comer algo, ademas no la tienes hasta las 7 de la tarde- conteste

— Claro, tengo reservado un sitio increible para comer, además está justo arriba del sitio donde tengo que hacer la entrevista

Llegamos hasta el aparcamiento del lugar donde ibamos a comer hasta que me dio una bolsa y vi un vestido largo abierto por un lado.

— Vamos cámbiate- decía

— Pero aquí- conteste

— Laura si no no nos dejaran entrar

— No quiero rubito y además no soy de ponerme esto- dije mientras que el salía del asiento delantero

Me puse con su ayuda un vestido ajustado, unos zapatos de tacón.

Entramos y el mesero nos llevo hasta el reservado donde comimos y sobre todo nos reimos, era como si hubiera comenzado otra vida lejos de Luca, pero sabia perfectamente que todo tendrai un final.

— Que os lo paséis bien- contesto

— Espera, cómo puedes dejarme asi con la intriga - pregunte

— Esta noche lo sabrás- decía arrancando el coche

Nos pasamos toda la tarde maquillandome en casa de Kimberly.

— Kim te puedo preguntar una pregunta

— Si claro, te pasa algo con Erik

— No, ¿ a ti te gusta el?

Ella se rio.

— Puede ser que si

— Entonces esta noche te gustara mas

Llegó la noche, no sabía a donde íbamos, lo único que se escuchaba eran canciones, nos dirigimos a una sala donde había luces por todas partes, la verdad es que me daba bastante miedo.

— Y no va a ver nadie más! - dije dirigiéndome a ellas

— Me das mucho miedo- conteste bajándome

Nos sentamos en las tres sillas y comenzamos a bailar como locas o por los menos yo que estaba subida a causa de todo lo que bebimos anteriormente y con lo torpe que soy por poco me caigo, hasta que las luces se apagaron y vino alguien pero no supe quién era.

Mire riéndome a Kimberly y Emma, una de las amigas que me hice en casa ellas, las cuales se reían de la cara que ponía.

Las luces se apagaron nada más sentarme en la silla, ellos se acercaban hasta que vi a uno de ellos y lo reconocí, era Erik y me pregunté el qué hacia él.

La venia hacia mí, mientras que hizo que me sentara encima suyo, notaba todos sus músculos incluso su miembro el cual poco a poco comenzaba a endurecerse, tragué saliva e intento estar tranquila hasta que decidimos irnos

Me levante en direccion de ir a ellas, pero antes de irme a donde ellas el me cogio de la cintura, sentia cada movimiento suyo, cada respiracion y cada pulsacion acelerada.

Finalmente, acabo y Shopia y Kim se quedaron a tomar algo mientras que yo necesitaba tomar el aire y asimilar todo lo que acababa de pasar.

No voy a mentir, le queda de infarto y le marca un cuerpo hipnotizarte, recuerdo sus movimientos, miradas y besos que lanzaba al aire, menudo suertudo.

Ya Laura te está pasando.

— Así que eres Stripper sorprendente - dije con media sonrisa en la cara confusa.

El me miraba con cara excitante mientras se mordía el labio inferior, no pude clavar mis ojos en ellos, ¿Porque era tan atractivo? ¿Tan bien sabía cómo subir la temperatura a un cuerpo humano?

Ya te dije que te estás pasando.

— Hay muchas cosas que no sabes de mi - me dijo con su voz ronca que para mí son demasiado sexy, no me di cuenta que se acercó hasta que su nariz quedó a centímetros de la mía - pero muchísimas querida Laura - dijo en un susurro remarcando mi nombre, no pude evitar sentir un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo

— No sabes las ganas que tengo de descubrirlas - dije negándole a sentir lo que estoy sintiendo en este momento, y disimulando tanto como pude, lo aparté, y me estaba dirigiendo a una calle que no sabía ni que existía.

Escuchaba sus pasos detrás de mí y al alejarnos un poco de todo el alboroto que había de la fiesta, ya ni siquiera se escuchaba la música, tiró de mi hasta quedar pegada contra su torso, me sentía demasiado pequeña delante de él, me supera por casi dos cabezas incluso cuando llevo tacones.

Sus manos se aferraron a mi cintura en busca de mi cuerpo y sus labios entreabiertos buscando cualquier afirmación para empezar una batalla de llamas, somos una combinación perfecta, empecé a recordar todo lo que vi hace unos minutos y...

El quitándose la camiseta lanzándose a un lado, el sacándose el cinturón, él lanzando las esposas, el contorneando las caderas al ritmo de la música... El dirigiendo miradas muy significantes y no para alguna otra, no, eran para mí.

Cuando recorrió con sus dedos mi columna vertebral, arqueé, no lo evité, tampoco quería, eso era lo que le hizo falta para posar sus labios en los míos, sentí las famosas mariposas de las que tanto habla la gente, y de la nada me aparté.

Al principio me miró con confusión, pero al seguir mi mirada comprendió, al ver a mis padres a esa hora por la calle, así que le cogí y nos fuimos a una sala la cual era muy sensual, todo de rojo.

— Prométeme que esto quedara entre nosotros solamente- dijo tapándose

— Lo prometo- contesté sonriendo

Me hizo sentar en su sofá mientras que una música de las que bailaba él sonaba, notaba que se acercaba a mí, sus fuertes brazos sostenían los míos mientras que sus labios iban bajando hasta encontrar la zona prohibida.

Mi cuerpo se arqueaba mientras que él me besaba, yo le quitaba su camiseta y él me miraba con una cara dominante, siempre quise tener a la persona de mi vida y parece que lo voy encontrando. Su mirada me producía maripositas en el estómago.

— Yo nunca he querido tanto como te quiero a ti, siempre supe que contigo estaría a gusto- le dije mientras que me tumbaba encima suyo

Decidí darle un masaje ya que en esos momentos estaba bastante tenso.

— Va siendo hora de que me vaya ¿no?, mi madre como no me vea en casa no me dejara salir más- dije yendo hacia el baño

— Quieres que te lleve princesa- me dijo abrazándome

— Pues sí, la verdad – dije

— Entonces vamos, no esperemos más- contestó

Me llevo hasta la puerta de mi casa.

— Buenas noches princesa que duermas bien

— Igualmente rubio

LOS LATIDOS DE NUESTROS CORAZONES (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora