Capítulo 6. Mansión D'Ascolli

152 9 10
                                    

*Dani*

Ya estábamos fuera, era de noche y la única luz que había era la de la Luna, necesitábamos dormir.        

-Una cosa... Andamos un poco más y acampamos  o aho...

-Si, -dijo Erik dejándose caer al suelo- ahora, nos viene bien a todos.

Preparamos la hoguera y cenamos lo que "tomamos prestado" de la cocina, era una olla con caldo dentro, nos lo tomamos y empezamos a prepararnos para dormir.

Todos sacamos nuestros sacos de dormir pero, el mío no estaba

-Erik...

-¿Si?

 -Y mi saco de dormir...

 -¡Ostras Erik! -Javi- Se nos ha olvidado.

 -Pues a no ser que duermas en el suelo -dijo Irina riendo-

 -Me las puedo arreglar.

 Estaba pensando en otra parte en la que dormir en vez de en el suelo. Es complicado, solo tenemos las mochilas y algunas pertenencias pero nada que abrigue a parte de los sacos de dormir.

No sabía qué hacer, por lo que sé por la noche hace mucho frío pero por el día todo lo contrario. "No sé...Ey! Para algo me ha servido ver la tele"

 *Erik* 

 "Mañana por la mañana seguiremos la marcha, llegaremos a mi casa en dos o tres días, qué fácil hubiera sido si hubiésemos ido en helicóptero"

Hemos cambiado todos, y eso que sólo hemos estado tres semanas en el campamento, Javi está más activo, Irina ya se lleva bien con Dani y Dani... ¿En qué a cambiado Dani?

¿Es más maduro?¿Tiene más madera de líder? No, ya sé, ahora es más autosuficiente, más o menos.

Hablando de Dani, ¿dónde se ha metido...?

De verdad, a veces Dani me asombra. 

-Dani...

 -¿Si? -no me prestaba mucha atención-

 -¿Cómo?

 -¿El que?¿Esto? Muy fácil, como ayer llovió pues he pensado que en el suelo no voy a dormir así que, me quité mi chaqueta, cogí la toalla de Javi, que no sé para que se la ha traído, y le di uso a una parte de la piel de shek.

 -Joder, me asombras.

 En unos quince minutos se había hecho una especie de hamaca, la chaqueta daba la vuelta a un pequeño árbol que se unía a la piel de shek, y que a la vez la piel de shek se unía a la toalla, pero como la toalla sobresalía también la utilizaba como manta y, debajo había puesto piedras por si la "hamaca" se rompía por su peso. 

-A la -dijeron Javi e Irina a la vez- como mola.

 -Ya ves, bueno, hasta mañana. 

-Que durmáis bien.

 Ya era de día, miré la hora en el reloj de Dani, las doce, ¡las doce! Se nos había hecho demasiado tarde, desperté a todos y nos fuimos enseguida.

Durante el viaje, divisamos a lo lejos unos cuantos sheks y tuvimos que esperar, por lo demás, no pasó nada interesante. 

 *Dani* 

 Ya habían pasado tres días desde que nos fuimos del campamento, y creo que lo que estaba viendo era la mansión D'Ascolli, estaba en mitad del bosque, aunque estaba lejos se podía decir que tendría que ser muy lujosa.

La invasión de los sheksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora