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La penumbra les cobijaba, las cortinas se deslizaban suavemente en sinfonía con el sonido constante de los cláxones estridentes, casi al compás de sus respiraciones, siguiendo el ritmo lento de las elevaciones de sus pechos.

Jimin se aferró un poco más a la cintura del mayor, dejándose envolver por el aroma natural de Yoongi, tan masculino, que siempre lo tranquilizaba.

—¿Sigues despierto?— preguntó el mayor, sobresaltando a Jimin, quien miró directo hacia sus orbes a través de la oscuridad, encontrándose de inmediato a mitad de camino.

—Yoongi, pensé que dormías— respondió, obviando su respuesta, acurrucándose mejor contra el pecho del pelinegro.

—Aún no tengo sueño— dijo, acariciando el cabello de Jimin, llevándolo hacia atrás para que no cubriera su rostro, a pesar de que no podía verlo realmente con claridad.

—¿Hay algo que te moleste?— inquirió, dejando que el mayor los cubriera con la cobija, hasta que solo sus ojos quedaron descubiertos.

—Lo siento Minnie— dijo sin más, girándose a su costado para poder ver al menor de frente, bajo la seguridad de sus sabanas.

—Yoon...

—Quiero explicarlo— continuó, sabiendo que el menor trataría de restarle importancia para no hacerle sentir mal— fui muy ambiguo hace rato— Yoongi frunció el ceño, luchando por acomodar las palabras de forma correcta en una oración coherente, pues podría prestarse a malas interpretaciones—yo... en serio, perdón, a veces soy demasiado mezquino y no pienso en otra cosa más que en mis sentimientos egoístas... me moleste sin razón contigo y yo... no quiero perderte Jimin...

Tragó saliva, como si de aquella manera pudiera asentar el golpe de emociones que se precipitaron súbitamente sin consentimiento desde la boca de su estómago, hasta engravarse en su vientre en un estallido de fuegos artificiales.

La voz de Yoongi fue baja, pero grave, tal que podría fácilmente electrizar a cualquiera en la habitación, manteniendo cautivo hasta el más escéptico.

—No creo que seas egoísta o mezquino— respondió, delineando con sus dedos la mandíbula de Yoongi sabiendo de memoria cada detalle, pues no había más luz en el cuarto que el titileo suave de las estrellas asomándose apenas entre las persianas, así como unas lejanas lámparas que estaban predispuestas en la calle para iluminar la acera — yo me sentí igual... esa chica, no me agrada.

Yoongi sonrió complacido, incluso si Jimin no lograba verlo en la penumbra y dejó un pequeño beso sobre su coronilla, apenas un roce que podría pasar desapercibido, sin embargo, ni fue así para Jimin, pues ahí donde los labios ajenos se posaron, sintió un cosquilleo que no quería desaparecer.

—Honestamente no sé porque me siguió— respondió, llevando sus propios brazos hasta la cintura de Jimin— fue un poco raro.

Jimin soltó una risa, una real, como pocas veces sucedía y negó tranquilamente.

—Creo que le gustas.

Yoongi suspiró con fuerza, negando, dejando escapar toda la frustración contenida, como si pudiera fluir a través de las partículas expulsadas de su cuerpo y se colocó supino en la superficie mullida, dejando sus manos sobre su abdomen

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Yoongi suspiró con fuerza, negando, dejando escapar toda la frustración contenida, como si pudiera fluir a través de las partículas expulsadas de su cuerpo y se colocó supino en la superficie mullida, dejando sus manos sobre su abdomen.

—No debería perder su tiempo conmigo— aseguró el mayor, permitiendo que una de las manos de Jimin se posara encima de las suyas, comenzando a jugar con sus dedos.

—Ella es linda...— dijo titubeante, tanteando terreno.

—¿Te lo parece?— preguntó haciendo un mohín, que no pasó desapercibido por el menor, aumentando su ritmo cardiaco— no se, no me interesa, honestamente.

Rio quedito y volvió a abrazar a Yoongi con más fuerza, pegando su nariz a la piel blanquecina de cuello, para sentir como su ritmo se aceleraba sutilmente.

—Y... ¿se puede saber entonces quién te interesa?— inquirió, elevando sus cejas cómicamente, como si estuviera a punto de hacer la pregunta más importante de la trama de una película.

—Tú— sentenció, cerrando los ojos, acurrucándose junto al menor.

El corazón de Jimin repiqueteo con intensidad en su caja torácica, casi como si quisiera romper sus huesos, como si pudiera abrirse paso a través de toda la protección biológica solo para colocarse en las manos de Yoongi, porque era suyo.

Me alegra saberlo— susurró tranquilamente, muy al contrario del caos dentro suyo...






—Me alegra saberlo— susurró tranquilamente, muy al contrario del caos dentro suyo

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Naked in Manhattan  | Yoonmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora