Trastorno de reconocimiento de feromonas.

Capítulo 11: Huh, parece ser aún más pervertido.

Sin embargo, si una viuda es una viuda o no, no tiene mucho que ver con Huo Xianfeng.

Justo ahora, él vino al rescate, pero sólo porque tenía el ojo puesto en esos dos traficantes de personas de pacotilla y por casualidad se encontró con ellos. Huo Xianfeng no siguió con el tema, miró la bolsita que la niña llevaba en los brazos.

"Las monedas estrella se pueden quedar, simplemente tira esa bolsa"

En este planeta donde las leyes no existen, uno tiene que ser precavido en todo lo que hace, y una bolsita de tela manchada de feromonas beta durante el embarazo es prudente no tenerla cerca.

"Oooh, vale~"

Tang Cha vertió obedientemente las monedas estrella de su interior y las examinó cuidadosamente antes de guardarlas en su pequeña bolsa. Luego se dispuso a coger la bolsita de tela y tirarla a la basura

"Espera."

Huo Xianfeng pareció darse cuenta de algo de repente, mientras agarraba la bolsita de tela de la mano de Tang Cha, frunciendo el ceño y olfateándola.

"En esto, ¿a qué tipo de perfume huele?"

Aunque las feromonas y las moléculas de olor ordinarias darían sensaciones de sabor similares a los humanos, las dos eran cosas completamente diferentes. Por lo tanto, Huo Xianfeng en efecto no podía percibir las feromonas, pero eso no afectaba a su sentido del olfato para identificar varios sabores diferentes.

"¿Eh?"

Tang Cha se congeló, y sólo vacilante dijo, después de confirmar una vez más.

"No hay perfume ah"

Estaba limpia y seca, excepto por un poquito de feromona beta de embarazo indetectable y nada más.

"¿No?"

Qué raro.

Huo Xianfeng se acercó para oler con cuidado de nuevo, y había claramente un aroma floral muy peculiar en él, y no era como feromonas, pero era extrañamente... Alta.

"........"

Tang Cha miró en silencio la punta de la nariz del adolescente mientras seguía inhalando, sus ojos se volvieron gradualmente extraños.

Después de todo, un Alfa adolescente sediento de sangre olfateando algo que poseía feromonas beta preñadas era un comportamiento muy pervertido.

--Sin mencionar que esa beta preñada era también una viuda.

Probablemente porque los ojos de la niña ardían demasiado, Huo Xianfeng finalmente despertó. Tras darse cuenta de lo que estaba haciendo, ¡su columna se puso rígida por un momento!

"Cough..."

Apretó el puño y tosió ligeramente, girando la cabeza para indicar a Tang Cha que mirara a las dos criaturas humanoides de miembros retorcidos que había en el suelo, y muy rígido cambió de tema.

"Ve, busca si hay algo útil en ellos".

"...Bien."

Tang Cha asintió obedientemente con la cabeza, e inmediatamente se dedicó a despojar a los dos traficantes de sus ropas con manos y pies ágiles. Los miembros rotos no la asustaron, después de todo, esas imágenes eran habituales en este planeta.

¡Puff-!

Un sonido sordo, el de un instrumento afilado atravesando carne, sonó de repente.

Tang Cha se irguió y miró fríamente al hombre moribundo que luchaba mientras la daga atravesaba brutal y lentamente la garganta del hombre.