*Para todas las personas que se toman el tiempo de leer mi historia, les agradezco de corazón. Pero hay una pequeña cosita que quería aclarar. Como pudieron notar no subí los capítulos en el debido tiempo.
Espero entiendan que esto es algo nuevo para mi y me encantaría dedicarle mi vida de la manera mas saludable posible. Los últimos días no eh dejado de pensar en los siguientes capítulos, para así mejorar cada detalle y hacerlo lo mas realista posible, y por esa razón me eh sentido estresada. Pero pensé en que "si esto es algo que realmente me gusta, lo voy a hacer de la mejor forma posible" aunque me lleve tiempo. Muchas gracias por su paciencia.*
Capitulo 3:
Dije que no iría a ningún lado..... pero adivinen donde estoy.
Si, en la parada de colectivos.
Habían pasado un par de semanas desde la ultima discusión que escuche de mis padres. Pero tengo que aceptar que se notaban muy distantes, apenas se dirijan la palabra.
-Sam, ayúdame con los bolsos. -me pidió mi madre mientras tenia el celular entre su mejilla y su hombro, parecía estar hablando con alguien por teléfono.
-Ya voy.
Al parecer nuestro colectivo ya estaba por llegar. En cuanto mi madre me dio un grito para confirmarlo corrí a recoger mis bolsos y mi muy importante mochila.
-Suban, Suban. - gritaba el señor chofer mientras la gente obedecía y le mostraban su boleto.
En cuanto era nuestro turno mis manos comenzaron a temblar con mucho miedo de que me descubriera. Por suerte ni me miro, se veía mas concentrado observando a mi madre bastante atontado.
No lo juzgo. Ella es una mujer hermosa.
Pero como toda hija celos.... Protectora tome del brazo a mi mama y fulmine al señor con la mirada, este ni cuenta se dio. Y se atrevió a tomar a mi madre del brazo para ayudarla a subir, no pensaba quedarme de brazos cruzados y pise su pie con mi mochila a ruedas lo mas fuerte que pude y esto si que lo noto el muy idiota.
Se lo merecía.
Mientras seguía a mi madre desde atrás observaba a las personas que ya estaban sentadas en sus lugares asignados. Entre ellos; un señor con una barba inmensa (casi se podía decir que era Santa) mirando la ventana, una señora que tenia en brazos a un bebe muy pequeño, y unos cuantos señores durmiendo con la boca tan abierta de tal manera que parecían querer robarse todo el oxigeno.
No me dio el tiempo suficiente como para seguir viendo a esas personas, porque mi mochila comenzó a sacudirse. Yo, que la tenia en mi espalda tuve que disimular moviéndome de un lado al otro.
Guau, que disimulada...
Es mejor que piensen que estoy loca a que descubran que tengo un gato en mi mochila.
-Sam...¿que haces hija?. -mi madre frunció el ceño confundida mirándome desde el asiento.
- No-o es nada... solo... tengo que sentarme... aquí. -Apunte mi lugar.
-Creo que eso es obvio Sami. - contesto sin despegar la mirada de mi.
-Debo ir al baño. -confesé entonces.
-Bueno, ve rápido. Y deja tu mochila aquí.
-....Mejor me la llevo, es necesaria.
Sin mirar atrás corrí hasta aquel baño y me encerré.
Lo primero que hice fue sacar a el pobre Otto de mi mochila.
¿Pensaban que iba a dejarlo así nada mas?
Debo confesar que esto fue planeado por mi padre unos días antes del viaje, ya que no me quedo de otra que insistir que el y Otto fueran con nosotras. No lo logre así de fácil... digamos que tuve que chantajear a mi querido padre. Y los dos logramos hacer este plan, todo esto a espaldas de mi madre.
En esa mochila tenia lo necesario para Otto; Su comida, su ropa y una manta que nos ayudara mas tarde.
Por suerte el viaje duraba no mas de 2 horas.
Volví a mi lugar muy sigilosamente evitando la mirada de mi madre. La cual se veía muy distraída y cansada. En cualquier momento podría quedarse dormida.
Debo admitir que el colectivo no era tan incomodo. Los asientos tienen mucho espacio para estirar las piernas, y lo mejor es que tiene una tale en cada lugar.
Estuve un rato jugando con mi teléfono y Otto dormía en mi regazo lo tuve que tapar con una manta aunque no fuera el mejor escondite nadie lo noto.
Tal como dije el viaja no fue muy largo de hecho fue mas corto de lo que me esperaba.
El colectivo se estaciono frente a otra parada de colectivo en la cual bajamos.
Debo aceptar que era un lugar muy bonito se veían edificios, y yo que creía que era en un campo.
Podía ver como mi madre hacia un llamada, por lo que escuchaba parecía llamar a un taxi.
Esperamos aproximadamente 30 minutos a que el taxi nos recogiera de la parada.
ESTÁS LEYENDO
Amor ficticio
FantasySamantha una niña de 14 años siente que su vida no tiene sentido. Nadie la entiende, su unica amiga es su prima Alyssa con la cual se crio y su mejor amigo es su gato Otto. Ella no cree en muchas cosas, pero su manera de ver la vida cambia cuando su...