🍎Había una vez...
En un reino gobernado por una Reina vanidosa y tiránica, Winter, el único hijo del Rey, siempre vivió en la sombra de su madrastra malvada.
Convencido de su propia insignificancia, Winter encuentra consuelo en la amistad de (T/n...
La Reina estaba sentada en sus aposentos mientras una criada le mostraba diferentes tipos de zapatos que ella aceptaría o rechazaría. Mientras hacía esto, se escuchó un golpe en su puerta.
"Alteza." Alguien llamó.
"¿Qué quieres?" La Reina respondió a quien estaba detrás, sin apartar la vista de los zapatos.
Brighton entró en la habitación y se apresuró hacia ella.
"Perdone, Su Majestad, pero tiene una visita."
"No me siento de humor, Brighton." dijo la Reina con un tono aburrido.
"Es joven, apuesto... y está semi-desnudo." dijo Brighton, captando la atención de la Reina.
...
"Su Alteza, voy a presentarle al honorable Príncipe Alcott de Valencia." anunció Renbock.
El Príncipe Alcott hizo una reverencia a la Reina en saludo.
"Su Majestad. Perdone nuestro atuendo. Temo que mi valet y yo fuimos robados por bandidos al entrar en su reino."
"Bandidos? Qué horrible. Absolutamente aterrador y.... suave y velludo." murmuró la Reina mirando el pecho del príncipe.
"¿Qué?" preguntó el Príncipe.
"¿Qué?" respondió la Reina.
"¿Qué?" dijo Renbock.
"¿Qué?" cuestionó Brighton a la Reina.
"¿Qué?" preguntó la Reina a Brighton.
"Nada." respondió Brighton, apartando la mirada.
El príncipe Alcott se frotó el brazo incómodo.
"Eh, ¿Sería un abuso solicitar algo de ropa? ¿Una camisa, quizás?"
"Si es necesario." respiró la Reina, girándose hacia Brighton. "Um... um..."
"Brighton." Le recordó su nombre a la reina.
"Brighton. El príncipe es tímido y requiere... lamentablemente... una camisa." expresó la Reina.
"Por supuesto, Su Majestad." asintió Brighton.
El príncipe Alcott se volvió hacia Renbock. "No soy tímido." murmuró.
"¿Señor, hay algún estilo particular de camisa que le gustaría?" preguntó Renbock.
"Brighton." interrumpió la Reina. "Solo una simple camisa."
Brighton juntó sus manos. "Una simple camisa, será."
Se alejó para buscar nuevas ropas para el príncipe y Renbock, mientras la Reina continuaba hablando con Alcott.
"Así que de Valencia. Jamás había oído de ese lugar. ¿Es una aldea pequeña?" preguntó.
