Errores de chocolatero

.4.

Wonka volteo a ver a Leonardo el cual ya lo estaba mirando embobado, al tener contacto visual unos segundos Leonardo volteo hacia otro lado.

Se quedó unos segundos levemente sonrojado, luego tomo a Wonka del brazo y lo atrajo a él como si quisiera besarlo mientras se acercaba y le susurraba algo al oido, Leonardo no está para juegos.

—¿Sabes que Derrapiña y los otros dos estarán muy molestos contigo verdad? Repito, ten cuidado Wonka—
Susurro en tono bajo al oído de wonka mientras la gente alrededor los observaba bastante confundidos.

—¿Porque... Porque tanta insistencia?—
Respondió Wonka sin entender el porque la necesidad de Leonardo en recalcar lo que le puede suceder.

—Hemos pasado un silencio sinceramente incómodo, será mejor que nos adelantemos porque la cafetería está lejos—
Explico Leonardo alejándolo, pero aún tomando su mano.

—Supongo que tiene razón... Espere ¿¡Le incómoda estar conmigo?!—
Exclamó wonka al analizar levemente las palabras de Leonardo.

—Willy Wonka, si me hicieras sentir incómodo no te estaría tomando de la mano en este momento—
Explico con una leve sonrisa, le parecía adorable.

—ahhh...—
Entendía lo que pasaba ¿Pero porque leo lo tomaba de la mano?

—Volviendo al tema en cuestión, los chocolateros que eh conocido todos se han retirado tras una oferta que desconozco pero es lo más probable—
Explico, empezando a tomar encerio el asunto en cuestión.

—¿Oferta? No hay nada mejor que el chocolate—

—Mentira, lo mejor son los gatos... En fin, una vez seguí a uno de estos el cual subió a un barco que casualmente exploto—

—¿Osea que?—

—Derrapiña y los otros dos no son competencia, tal vez son tres empresas para generar más ganancias o no lo se—

—¿Y eso?—

—Te pone en peligro a ti Wonka, muchos de ellos eran muy aferrados a sus ideales lo cual hace que esa oferta que te hacen sea jodidamente tentadora e imposible de negar ¿Entiendes lo riesgosos que es vender chocolates por aquí?—

—Entiendo, pero me gustan los desafíos—

—¿Aunque te advierta no te detendría cierto?—

—¡Está en lo cierto! Con este plan maestro no pasará nada—

—Como digas ¿Que vas a querer?—
Dijo mientras buscaba con la mirada una mesa libre en la que sentarse.

—No lo se ¿Que tal si lo decide usted?—

—Mas te vale no quejarte después Wonka—
Dijo con una sonrisa en el rostro mientras la hacía señas a wonka para que se sentará.

—Que amable es usted—

—Se lo debo a mi madre, así me crio—
Dijo mientras se sentaba en otra silla.

Mientras ambos charlaban de cosas totalmente triviales   una mesera se les acercó.

—Buenas tardes ¿Que les ofrecemos?—
Dijo la mesera amablemente, Leonardo le susurró algo al oido y la mesera asintio.

—¿Así que es sorpresa?—
Dijo wonka con una sonrisa dibujada en el rostro.

—si y creo que te gustara—
Dijo mientras tomaba la mano de Willy.

—¿Entonces que paso después?—
Dijo intentando seguir la conversación para ocultar sus nervios.

—Al final el asesino era el policía ¿Tu crees?—
Respondió entusiasmado mientras acariciaba la mano de wonka con delicadeza, nadie lo había escuchado hablar sobre los libros que suele leer.

—¿Encerio? No te creo—

—¡Te lo juro! Un día te invitaré a que leas conmigo ¿Te gustaría?—

—Mientras no me cobres con chocolates—

—¿No me quieres dar chocolates?—

—Estoy haciendo uno especial para ti, así que paciencia—

—Lamento interrumpir pero aquí está su orden—
Dijo entregando dos tazas de café para Leonardo y para Wonka.

—Prueba Wonka—
Dijo mientras lo bebía, era su café vespertino de todos los días.

—Esta demasiado cargado, pero ¿Con chocolate?—

—hace dos años pido mi café vespertino con un poco de chocolate, hace que no sepa tanto a café negro—

Y así estuvieron, algunas horas riéndose de las tonterías que decía el otro, hablando de sus vidas y anhelos para el futuro, experiencias amorosas fallidas de Leonardo que le causaban gracia a Wonka y cosas que podría hacer buenos amigos ¿Verdad?

Aunque Wonka noto que la mirada de Leonardo estaba clavada en sus labios una gran parte del tiempo le tomo poco importancia, cuando terminaron de beber ambos fueron a caminar otra vez, Leonardo prometió acompañar a Willy hasta cierto punto.

—Bueno, espero no haber arruinado tu primera venta—
Dijo sarcásticamente.

—Mañana será otro día, pero me gustaría repetir esto otro día—

—¿Encerio te gustó?—

—Es divertido hablar con usted, aunque siempre es cerrado y habla de peligro tras peligro—
Dijo wonka en tono burlón sin darse cuenta que Leo lo tomo de la cintura y lo atrajo hacia el estando muy cerca del otro.

—Te das cuenta que soy bajo que tú?—
Dijo Leonardo, aunque solo eran 2 centímetros de diferencia.

—Si, enano—
Respondió de manera burlona.

Leonardo solamente se limito a besar la mejilla de Wonka y luego apartarse.

—Debo irme, ya casi es hora de que mi gata cene y no me gusta cenar solo—
Dicho esto se retiró, wonka también fue por su lado.

Mientras Wonka caminaba hacia la lavandería estaban sus amigos esperándolo.

—Algo está pasando ahí ¿Que te traes con Leonardo?—
Dijo Noodle, relacionando todo con sus libros de romance preferidos.

—No es nada, solo fuimos a tomar cafe—

—Como digas, entremos antes de que Fregoso pase lista—