𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨

198 19 7
                                    

—¡¿Aah!? ¡No puedo creer que tengas mejor calificación que yo!

—No es una sorpresa cuando te la pasas durmiendo en las clases de Física. —El pelinegro guardó sus libros en el casillero

—En mi defensa, el profesor Asuma tampoco ayuda. —Bufó

Ambos caminaron por los pasillos mientras hablaban de cosas triviales, últimamente para el azabache sus días habían comenzado a ser monótonos hace mucho, tanto que llegaba a saber de memoria lo que pasaría al día siguiente.

Una exclamación se escuchó por parte del Uzumaki, sabía de qué, o más bien, de quién se trataba.

—¡Es...

No hacia falta escuchar su nombre, sabía que era esa jóven pelirosa.

—¡Es Hinata!

Hinata.

Espera, ¿Hinata?

—¡Oi, Hinata! ¡Por aquí! —Su compañero agitaba su brazo en un vaivén

Una chica de larga melena azulada dió la vuelta hacia su dirección, la chica que vió lo dejo pensando.

¿Por qué nunca la había visto antes?

—Na-naruto, hola. —Sus mejillas blanquecinas se sonrojaron

Sus ojos se enfocaron en los de ella, largas pestañas que se agitaban coquetamente, piel que parecía de porcelana, labios perfectamente rojizos.

Y esos ojos... Al fin habían chocado con los suyos.

Ojalá los hubiera visto antes, eran como si estuviera viendo a la luna en una noche completamente oscura.











𝐔𝐍 𝐃𝐈𝐀 𝐃𝐄 𝐅𝐄𝐁𝐑𝐄𝐑𝐎; 𝖲𝖺𝗌𝗎𝗁𝗂𝗇𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora