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Vaya, olía a alcohol. 

Pensaba que definitivamente había bebido mucho porque se sintió como tener su mente bien despierta. 

La mano que lo sostenía estaba apretada, tomaba su cintura y le preguntaba si "estaba bien" constantemente. La sensación esponjosa lo estaba haciendo volar lejos y por un momento, fue como sentir que podía hacer cualquier cosa.

"Oye, se siente bien que me tomes".

Cuando Jinhong soltó un bufido y frotó su mejilla contra el pecho de McCain, el hombre se estremeció como si le hubiese dado frío. El fresco aroma de su perfume le hizo cosquillas en la nariz y además, tenía que decir que sus manos eran increíblemente maravillosas...

Cuando levantó la cabeza y le mostró una mirada que podía calificarse como "definitivamente hermosa", McCain, que lo estaba apoyando, sonrió y se acercó:

"¿Estás bien? Perdón, no creí que fueras débil con el vino."

Dijo.

Los labios de McCain parecieron ser dulces mientras hablaba. Además, de cerca, el hombre era bastante guapo. Tanto que quería chupar sus labios y besarlo muy, muy fuerte. McCain, por otro lado, nunca soñó que Jinhong se emborracharía tanto con solo una pequeña copa. Cuando le preguntó si le gustaba y se lo acercó, él ya lo estaba bebiendo como si fuera agua natural.

Fue descuidado.

"¿McCain?"

"Jinhong".

Lentamente, McCain aclaró un poco su garganta. Jinhong, por otra parte, lo estaba mirando de un modo bastante fijo. Luego se inclinó hacia delante para intentar enderezar su camisa y al final le dedicó una expresión bastante seria. Pensaba sobre lo que pasaría si decía que estaba borracho, y luego lo ocupaba para darle rienda suelta a sus sentimientos. Se humedeció los labios y sintió que el trasero, donde había metido los huevos, tenía una sensación de picazón terrible. Incluso sus ojos azul pálido parecían inusualmente profundos esta vez.

"Tus manos."

"¿Sí?"

"Tienes manos grandes, Mac".

Jinhong, quien le puso el apodo de Mac a McCain, miró su mano y lo tomó de la muñeca.

"Soy más alto que tú así que, debo tener las manos más grandes ¿Verdad?"

Los ojos de Jinhong estaban enrojecidos mientras miraba a McCain. Se sintió como si estuviera flotando, pero su mente estaba lúcida. Solo había necesitado de esto para tomar coraje.

McCain sintió un cosquilleo subiendo por su espalda cuando lo miró.

"Así es, eres más alto. Más alto y tienes manos más grandes."

Ahora medio abrazados, McCain sintió que una mano empezaba a acariciar suavemente su pecho. Podía sentir el calor de su piel y pensar, tal vez debido a la emoción, que era definitivamente su tipo ideal.

"Jinhong, te llevaré a casa, ¿De acuerdo?"

¡McCain sintió que estaba a punto de romper a llorar porque el rostro que mostraba en sus videos estaba claramente visible frente a él! Jinhong preguntó "¿Por qué?" Y entonces él pensó "Oh maldita sea. Es realmente lindo." Se tragó una grosería y presionó su verga para que no fuera a reaccionar.

"Primero que nada, fue un error que bebiéramos. Podemos dejar mi auto y tomar un taxi."

McCain estaba temblando ante el constante acercamiento de Jinhong a su cuerpo así que sacó su teléfono como para distraerse con él. Incluso eso pareció ser un juguete cuando estaba en sus manos.

"Estás lleno de venas."

"¿Sí? Jinhong, ¿Me llamaste?"

McCain respondió con una suave sonrisa. Todavía tenía sus brazos envueltos alrededor de su cintura para ese momento.

"Si tus brazos están llenos de venas ¿Qué tal se verá allá abajo?"

Bajó la mano, mostrando una sonrisa pervertida que solo había mostrado cuando era Bunny. Claramente podía sentir la carne que aún no se había levantado así que, silenciosamente pero sorprendido por el increíble tamaño de lo que estaba almacenado en sus pantalones, abrió mucho los ojos y miró a McCain. Tenía pantalones negros y por eso solo podía ver una silueta, pero, fue suficiente como para imaginar todo el panorama. Jinhong tragó saliva. "Creo que es más grande que el Big Man." Pensó.

No pensaba que fuera un problema para resolver en la calle así que tomó la mano de McCain y caminó con él. McCain apenas y pudo tomar el teléfono antes de que se le cayera.

"Oh mi Dios".

Era una situación en la que no sabía si reír o llorar por lo increíble que era. De repente, cuando recobró el sentido, ya habían entrado en la habitación de un hotel que tenía un letrero brillante en rosado. No estaba borracho, pero se sintió como si lo estuviera porque no podía dejar de pensar en el comportamiento de Jinhong cuando tocó sus manos y muñecas con una cara hosca y comenzó a decir que le gustaba.

Primero fue al baño y le dijo que se lavaría y saldría. Así que ahora Jinhong estaba en el baño y él tenía que afrontar esta situación.

McCain se sentó en la cama, desconcertado, y volvió a mirar a su alrededor. ¿Qué? ¿Qué pasó? Para ser honesto, pensó que sería bueno tener una relación y sí, fantaseaba con él, pero no. Esto era bastante repentino y no lo quería así. ¡Solo lo había visto dos veces!

La puerta del baño se abrió justo cuando McCain frunció el ceño. Estaba luchando entre la razón y el instinto.

"Oye…"

Jinhong asomó la cabeza. Su cabello estaba húmedo y revelaba la mitad de su cuerpo. Sus hombros parecían estar encogidos así que McCain, que estaba sentado en la cama, se levantó y puso una toalla alrededor de su espalda.

"Hace frío, Jinhong."

"Ah, gracias..."

McCain se rió involuntariamente cuando escuchó una palabra que siempre decía cuando estaba en internet. Sin embargo, antes de darse cuenta, extendió la mano y agarró a McCain por el cuello para darle un pequeño besito. Era lo suficientemente dulce como para hacer que le hormigueara el estómago así que, sintiendo que moriría en cualquier momento, solo alcanzó a reírse.

"Jinhong, ah, hombre, solo nos hemos visto dos veces".

"Lo sé."

"Uf, y estás... Tomado".

"Jaja, lo sé."

McCain también temía estar borracho. Lo quería... Pero no deseaba abrazarlo así.

"Bebí vino y me emborraché, pero estoy bien. Sé lo que quiero".

Jinhong levantó los talones, manteniendo apretado su centro de gravedad mientras se aferraba al cuerpo de McCain.

"Y lo que quiero... Es tener sexo ¿Te gustaría hacerlo conmigo?"

Jinhong sonrió y acarició la mejilla de McCain.

El chico detrás de la cámara: BunnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora