Tristeza

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Regresó a casa en total silencio. Era de suponer que Vale estaba dormido y quería que pudiese tener un sueño reparador, hasta el batir de alas de una mariposa le parecía ruidosamente exasperante.
Caminó con ese sigilo hasta la habitación donde el moreno descansaba. Prestó singular atención a la enfermera, pues sus movimientos sospechosos no le estaban gustando para nada. No se equivocaba al respecto, porque pudo presenciar como deliberadamente le acariciaba el rostro a su moreno.

☆ ¿Es muy apuesto verdad?

La enfermera inhaló abrupta y profundamente por el susto a muerte que Valir le había provocado.

— Si… lo es

☆ Y por esa razón te pido que ya no vuelvas mañana, gracias por tu labor… es todo, puedes retirarte.

— ¿Me está despidiendo?

☆ Por supuesto que no… solo que a partir de ahora, hare el trabajo por ti.

No fue grosera y solo sonrió. Era muy lista y pudo percatarse de que había tocado una fibra sensible. Ese sujeto era extremadamente posesivo y ella no era alguien quien pudiera lidiar con ese tipo de toxicidad, no tenía porque hacerlo.
Recogió sus cosas mientras disimuladamente observaba a Valir acariciar precisamente donde ella había tocado segundos antes, como si limpiara rastros de impureza. Y con una sonrisa tonta, ella se marchó.

Valir estaba totalmente preparado para cada pequeña cosa que pudiera ocurrir a partir de ahora. Su principal objetivo yacía puesto en convencer a Vale de quedarse con el, pero ignoraba lo que su cansado corazón albergaba. Mientras el moreno descansaba, el lidiaba con el trabajo acumulado que su desaparecido padre le había encargado.
Al día siguiente, Vale despertó sintiéndose diferente por primera vez en bastante tiempo.  Esa sensación extraña le parecía ser la solución a su vida entera. Por primera vez estaba seguro de lo que quería alcanzar en la vida con tanto anhelo.
Valir entró a la habitación con las manos metidas en los bolsillos de aquellos jeanes negros. Se veía somnoliento pero intentaba verse relajado. Vale se sentó en la cama y ambos se quedaron mirándose fijamente el uno al otro. 

☆ Vamos a desayunar primero… hoy es sábado, tu no tienes clases pero yo tengo una pequeña junta así que tendré que dejarte en otro lugar para que no te aburras.

Vale no entendía muy bien el plan de Valir, pero no iba a levantarse así de fácil de la cama. Sin decir una palabra, Vale cubrió la mitad de su rostro con la sábana.

☆ Tengo ese problema resuelto, no te me espantes, el lado izquierdo del armario es tuyo, así que ahí encontrarás tu ropa… Si, tuve la opción de ocupar otro armario, pero quiero compartirlo contigo… mi armario, mi cama, mi casa… mi vida.

Vale mantuvo su voz apagada, simplemente no le nacía decir nada. Las palabras de Valir no parecían tocarlo en lo más mínimo.

Como Valir lo había mencionado, fueron a desayunar. El moreno se veía tan absorto en sus pensamientos que apenas había probado bocado, menos había dicho palabra alguna. Luego de esa silenciosa convivencia, el pelifuego quizo sorprender al moreno con la presencia de Claude en el país. Cuando llegaron al penthouse, estaba totalmente vacío. Valir intentó fallidamente un par de veces contactar a Claude.

☆ Espérame un momento, iré a hablar con la…

Vale no se había apartado en ningún momento del barandal del balcón. Vale tenía los ojos puestos en la inmensidad de la nada y el cuerpo suyo equilibrándose entre la vida y la muerte. Valir sudó frío, y lo que estaba pasando le parecía irreal. Ahora Vale lo estaba mirando, sentado en aquel barandal con los pies colgando al abismo.

★ No intentes acercarte… esta es mi decisión, Valir y me siento seguro ahora, no tengo miedo.

☆ No tomes atajos, Vale. No puedes saltarte al final de nuestra historia y perderte nuestro recorrido.

Vale lo miraba mientras sonreía tranquilamente aunque en el pregonaba la tristeza, “¿es esto estar destruido hasta la raíz?, que las palabras ya no signifiquen nada“, pensaba solo en lo dicho, pero el cuerpo de Valir también hablaba por él. Pálido y tembloroso, así estaba.

★ Yo… no tengo un sueño, ni metas… ni aspiraciones, ya no me veo en un mañana. Veo mi futuro siendo recibido por la oscuridad Valir, te prometo que es lo mejor. Por favor créeme, estaré mejor así… y ¿sabes que es lo mejor?... Ya no sufriré más, nadie sufrirá por mi culpa. Mi padre no lastimará a nuestros amigos, menos a mí, nunca más a mí.

Y Vale se dejó caer al vacío. Se sentía flotar, su mente se preparaba para el dolor, ese que sentiría por última vez y sería solo momentáneo al impacto, con ello todo habría acabado.

☆ No irás a ningún lado, Vale… Este mundo fue demasiado pequeño y escarbarlo hasta encontrarte no fue un problema. Ahora tú, créeme cuando digo que poner el infierno de cabeza para hallarte nuevamente, tampoco significará nada para mí.

★ ¿El infierno? 

☆ No creas que irás al cielo amor mío, y menos si piensas abandonarme de esta manera.

Valir se estaba cansando, apenas pudo sujetar el brazo de Vale y el moreno estaba ahí, colgando como si nada, sin intención alguna de volver a subir.

☆ Si por razones extrañas te reciben en los cielos… presentaré una queja y te enviarán de nuevo conmigo. Ay, ya no sé ni lo que digo.

★ Suéltame Valir…

☆ O te subo o caemos juntos… no hay punto medio.

El cuerpo de  Valir resbalaba a cada segundo y las manos se le dormían. Con una risa amarga corrigió sus palabras.

☆ No, lo siento… s-solo tenemos una opción Vale y no es subir.

Vale empezó a retorcerse con fuerza, buscando que lo dejara de una buena vez, provocando que Valir se cansara más rápido.

★¡¿Quieres soltarme de una buena vez?!... No tiene caso que lo intentes Valir, ¡JAMÁS PODRÉ AMARTE CON LA MISMA INTENSIDAD, NO VES QUE ESTOY ROTO! ¡NO PUEDO AMARME NI A MISMO, ASÍ QUE JAMÁS PODRÉ CORRESPONDERTE!

☆ No me digas eso…

Las fuerzas de Valir se desvanecían mucho más rápido, y las palabras de Vale hicieron un hoyo muy profundo en su corazón.

★ Tienes mucho por lo que vivir… No lo pierdas por alguien tan destruido como yo.

☆ ¡YA CÁLLATE! Y UNA MIERDA, VALE… TU ME TIENES A MÍ Y ESO HARÁ QUE JAMÁS VUELVAS A VIVIR SUMIDO EN EL MIEDO…

Valir reunió las últimas fuerzas que le quedaba y empezó a retroceder sin suavizar en ningún momento su agarre.

☆ Para que me ames, primero voy a enseñarte a ti y al mundo la manera correcta de amarte y cuidarte a ti.

Ambos fueron sorprendidos por la manera en la que terminaron a salvo en el suelo del balcón. Valir abrazó el cuerpo de Vale con fuerza, por el miedo vivido recientemente. Los fuertes jadeos de Claude llamó su atención.

— No se les ocurra NI POR UN SEGUNDO, dejarme solo en este extraño país, no tengo dinero para volver a Inglaterra…

Valir solo atinó a reír nerviosamente, Claude no supo cómo camuflar su preocupación y eso le pareció adorable.

— A partir de ahora… quiero una habitación en el sótano.

☆ No voy a discutirte eso,  acabo de desarrollar acrofobia.

Vale se levantó del regazo del pelifuego y no supo como sentirse al respecto, mil preguntas impregnaban de miedo su cabeza. En algún momento debía volver a casa y  las cosas con su padre tendrían un peor aspecto que la última vez. Preguntándose con horror si lograría alcanzar a Valir y Claude en esta ocasión. Como un cobarde prefería aguantar su dolor en silencio que plantar cara al miedo y que ellos sufrieran las consecuencias de la desobediencia del moreno.

— No es cobardía Vale… Solo estas cansado y asustado.

Apenas había caído en cuenta de que Claude había sido el que los salvó y como si leyera sus pensamientos, Vale separó ligeramente los labios sin decir nada y diciendo todo a la vez.

— Tu padre… jamás pudo alcanzarme y mientras esté con Valir,  no podrá hacerlo… Gracias por intentar siempre protegerme amigo.

La mirada sombría de Vale reflejaba mucho más que vergüenza por el carácter insufrible de su padre y su intento fallido de suicidio. Aunque “amigo” que hermosa sonaba esa palabra y hacían ligera su culpa, otro en lugar de Claude ya le habría dado la espalda.

☆ ¿Qué acabas de decir?

Valir endureció sus facciones y frunció el entrecejo, Claude acababa de darle la última razón para ir a matar a golpes a su suegro.

— A menudo venían sujetos extraños a la casa, aunque me escondiera, destruían algunos de mis viejos y preciados muebles… y recientemente descubrí de quién se trataba cuando encontré información de Vale. Te advertí que no hicieras estupideces, Valir.

Respiró profundamente y miró al moreno, quien ahora sentado abrazando sus piernas, escondía su rostro. Valir lo abrazó y lo obligó a mirarlo…

☆ Es mi turno… Seré el verdugo, de tu verdugo y entonces por fin tú, tendrás que corresponderme.

— Valir… amigo.

Claude apretó el hombro del mencionado, porque hasta él sabia que Vale no necesitaba oír palabras. Vale necesitaba sentirse seguro y a salvo.

— Esas no son las palabras y este no es el momento para eso. Vale necesita mucho tiempo y espacio para poder estar bien y una amenaza como esa, no es precisamente lo adecuado ahora.

Valir gruñó por aquella innecesaria interrupción, era la segunda vez que pasaba. ¿Cuándo sería el momento y cuales serían las palabras que se le permitiría entonces?. Valir golpeó su frente. Vale había vivido una amarga situación antes con esa mujer y el no hizo nada… ahora la historia se repetía con mas intensidad.
En un momento de lucidez, llegó a pensar que si existiera otro Vale, de otras dimensiones, seguro no lo estarían pasando tan mal como el suyo y si fuera el caso… estaba seguro de que él, daría su propia vida para protegerlo, pero ¿Por qué ahora parece algo tan difícil de demostrar?.





Lamento la demoooraa... Pero estaba esperando mis calificaciones y ahora toca atender mis historias.
A la oscuridad del Palacio (AamonxGusion) tendrá una pequeña continuación.



INEFABLE ~MLBB~ (ValexValir). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora