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Sábado a las siete y Jake se encontraba caminando unas casas más allá de la suya, justo a dónde la señora Park. Esta vez le volvió a pedir que le cuidara a su perro y vigilara la casa ya que estarían fuera toda la noche.

En realidad, no tenía mucho que hacer, y hasta ahora no había pasado nada malo. La noche
estuvo yendo exactamente tal y como predijo que iría, incluso la malísima película de acción que había colocado. Por supuesto, con el pedazo de tormenta veraniega que
estaba azotando la ciudad esa noche, con el viento fuerte y los truenos resonantes,no podía evitar sentirse un poco asustado.

Estaba disfrutando de Baby Drivers cuando el timbre de la casa de los Park sonó, Jake podía admitir que
sintió un matiz de miedo.

Sin encender ninguna luz en la habitación principal, caminó de
puntillas a la puerta principal y miró por la mirilla. Parado allí, bañado por la fuerte luz del porche delantero, se encontraba su extremadamente ardiente vecino, empapado de pies a cabeza por la lluvia. Jake sintió que su corazón y cabeza gritaban a la vez.

Decididamente no debería abrir.

Abrió la puerta.

Increíblemente, fue recibido con una sonrisa tan seria como la que
antes habían tenido sus padres cuando le reprocharon por ir a dónde los Park.

-No deberías abrir la puerta a extraños un sábado por la noche -
Le reprendió Heeseung en lugar de saludar.

-No la he abierto para un extraño. La he abierto para ti.

El ceño fruncido de Heeseung se volvió sospechoso-¿Sabías que era yo y aun así abriste la puerta?

Sin saber por qué su rostro se acaloró, Jake se encogió de hombros.

-Me sentía generoso.

-¿Me atrevo a probar mi suerte y preguntar si puedo pasar?- Preguntó Heeseung.

Jake lo debatió. Era difícil olvidar esa imagen de él sentado en el parque dónde aquel chico fue asesinado.
Al menos lo fue hasta que lo miró a través de sus pestañas húmedas.

-Prometo que me portaré bien -dijo. Pero no importó. Jake ya abría la
puerta para él.

Heeseung cerró inmediatamente la puerta y la aseguró detrás de él. El
cerrojo se deslizó en su lugar con un chasquido. Tragando saliva, Jake retrocedió
un paso.

¿Y ahora quién está siendo paranoico, Jake?

-Así que, ¿qué estás haciendo aquí? -preguntó Shim mientras lo guiaba por la casa hasta el salón familiar, agradecido por el brillante resplandor del televisor.

-Escuché que acosar a chicos castaños es lo que se hace los sábados por la noche.

Jake escuchó la voz de Heeseung por detrás de el, demasiado cerca. Podía sentirla en su cuello y se dió la vuelta sobresaltado.

Heeseung confundió la inquietud del chico como una reacción a sus palabras, y no al hecho de que casi estuviera tocándolo, que estuvieran completamente solos y que la última vez que realmente hablaron había estado a punto de besarle.

-Lo siento -Espetó Heeseung, alejando sus manos como si temiera que Jake fuera a abalanzarse a la salida-. Tienes razón. No fue divertido. Lo siento.

Jake se encogió de hombros y se dirigió al sofá y Heeseung lo siguió como si fuera a sentarse justo a su lado, pero Jake se sentó en uno de los sillones individuales.

-Sólo quería hablar -explicó, conformándose con el solitario y gran sofá. Mientras se hundía de mala gana en los cojines, murmuró como si de un secreto se tratase- Me habías dicho que no tenías novia

𝙎𝘌𝙍𝙄𝘼𝙇 𝙆𝙄𝙇𝙇𝘌𝙍🂱𝘏𝘌𝘌𝘑𝘈𝘒𝘌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora