Capítulo Siete: Sonrisas involuntarias

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Gavi



Estamos oficialmente en octavos de final. Somos uno de los dieciséis equipos que tendrán la oportunidad de seguir luchando para conseguir la orejana en el torneo más importante a nivel internacional.

Después de tres difíciles años en los que nos habíamos quedado en fase de grupos hemos logrado pasar esa instancia y seguir en el camino.

Sonrío viendo las fotos que ha subido la cuenta del club por X. Las que son especiales son aquellas en las que aparece Félix quien además de mandarse un partidazo, quien junto con su similar Cancelo, anotó un gol.

Fue el partido de los Joao. Aunque el partido en general del equipo fue bastante bueno.

"Sé que lo que diga no hará que te recuperes de inmediato. Aun así, te prometo que daré lo mejor de mi durante este partido y durante los partidos en los que no participes, tal y como tu lo hubieras hecho."

Félix jugó de lo manera en que yo lo hubiera hecho, tal y como me lo prometió.

—Gavi.

—¿Presidente? — bajo el volumen de la tele. Me sentaría si pudiera, pero la anestesia está pasando tal y como dijo el doctor, por lo que ya está empezando a dolerme cuando me muevo.

Laporta, el presidente del equipo, ingresa a la habitación seguido de Pedri y mis padres.

—Hola, niño — se acerca a darme un abrazo —. Mira tu rostro ¿Por qué estás sorprendido?

—No tenía que venir.

—Tonterías. Eres una de las joyas de nuestra corona, eres parte del equipo y familia ¿Cómo podría seguir llamándome presidente si no viniera a verte?

Sé que los problemas económicos y la falta de "buenos" jugadores en el primer equipo fue una de las principales razones por las que fui convocado, por las que algunos de los juveniles tuvimos que saltar escalones, dejar a un lado los pañales y madurar.

Tenía dieciséis años cuando me convocaron por primera vez.

Muchos vieron como desesperada esa decisión de nuestro antiguo entrenador. A la mayoría de esos seudocomentaristas que nunca han jugado un solo partido en su vida se les hace fácil hablar sobre nosotros, creen que tiene el derecho. Recuerdo lo cuestionada que fue nuestro llamado, creen que solo te señalan con el dedo y ya.

Pero no.

Llegar al primer equipo, con las dificultades que tenía en ese entonces, fue mucho más difícil de lo que hubiese sido haber llegado en la época dorada.

Tengo que agradecer que el entrenador haya confiado en mi. Agradezco la confianza que Xavi tiene, pero también debo agradecer al presidente Laporta. Desde el día en que llego nos hizo saber lo importante que somos para el equipo.

Y eso no ha cambiado.

Es un tipazo.

Agradezco que este aquí.

—¿No vas a decirme que no debí haber venido?

—Sabía que vendrías — Pedri sonríe.

—Por supuesto que iba a venir. Se necesita más que tu versión viejo cascarrabias para alejarme.

—Eres un canario persistente.

—Y tu un cachorro necio — ruedo los ojos, sonriendo por lo bajo.

Golden Girl - Pablo Gavi  #1 Barcelona (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora