Golden Girl - Pablo Gavi #1 Barcelona (Completa)

Capítulo Once: La tutora perfecta

Julia

—Muy bien, chicos. Es todo por hoy — el suspiro de la clase, el sonido de los pinceles siendo remojados y el material siendo guardado reemplaza el sonido de la voz del profesor —. Para los que no participaran en la exhibición navideña recuerden que aún deben terminar sus cuadros para esta semana.

—¿Será la última semana de clases? — pregunta alguien.

—Si. Está será nuestra última semana. Por eso deben terminar su pintura el jueves ya que el viernes la estaré calificando ¿De acuerdo?

—Si, profesor.

—Los que vayan a participar todavía estaremos trabajando hasta la mitad de la otra semana. Si alguno tiene dudas o preguntas pueden acercarse.

Miro la pintura una vez más.

Está casi terminada, pero siento que aún le falta mucho para estarlo. Como si me estuviera perdiendo de detalles importantes.

Pero por mas que la observo y la observo no doy con que es "eso" que le hace falta.

—Wow, Julia — una de las chicas se acerca —. ¿Estás pintando alguna escena?

—Si.

—¿No estabas pintando un paisaje?

—Estaba. Pero decidí cambiar porque no puedo sacarme este momento de la cabeza.

—¿Tienes la historia de fondo? — aunque no participaremos en la exhibición de navidad, el profesor González fue claro con todos por lo que nuestra pintura debe tener una historia de fondo.

Es decir ¿Por qué he decidido pintarla? ¿Qué es lo que representa?

El arte como las pinturas, las estatuas, la música, el baile está inspirado en algo.

Ya sean momentos tristes o felices, todo lo que se considera arte tiene una historia de fondo.

—La tengo — volteo a verla —. ¿Cómo vas con tu pintura?

—Soy pésima para esto — dice señalando su cuadro —. Ni siquiera sé porque me uní si nunca he sido buena ni para colorear.

—Creo que te ha quedado bastante bien el patio trasero de tu casa.

—Es un parque de diversiones.

—¡Oh!

—Lo ves.

—Lo siento. No pensé que...

—Nah. Está bien. Esto no es para mí. Desde pequeña siempre me salía de las líneas, por eso dibujaba a las personas con palitos y bolitas — muerdo el interior de mi mejilla para no reír.

—Creo que has mejorado mucho en comparación a inicios de semestre.

—¿Lo crees?

—Si. Al menos ahora no te sales de la línea cuando pintas — ríe.

—Es verdad. Eso ya es un avance — alguien grita su nombre —. Espero ver cómo termina tu pintura. Nos vemos.

—Adiós — toma sus cosas y sale corriendo hacia la entrada en dónde un chico bastante guapo la espera.

Toma su mochila y sus cosas.

Caballeros como él ya no quedan en este mundo.

Miro por última vez la pintura antes de comenzar a guardar mis cosas.