Novena taza antes de Navidad

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Tian

Estoy nervioso, no debí hacer esto. Me ilusioné al principio, pero ahora es diferente. Quizás no tenía que haberle dicho que era yo. Aunque eso sería muy deshonesto de mi parte y capaz terminaba en catástrofe. O en realidad no, sabiendo que ella fue quien pensó que era Derned. Necesito dejar de especular todas estas cosas.

—¿Y si no viene? ¿Y si me insulta? ¿Y si...? ¡Ay! —Recibo un cachetazo de Derned—. ¡Ay, ay, ay! —Me sigue pegando.

—¡¡Contrólate!!

—¡¡Sí, pero deja de pegarme!!

Me suelta y se ríe.

—Era divertido. Además, ya te dije, sin golpes...

—No hay amistad —termino su frase y me refriego la mejilla—. Con amigos como tú, ¿para qué enemigos?

Se ríe otra vez.

—Es un chiste, cálmate.

—¡No me gustan tus chistes! —Lloro y me pega otra vez—. ¡Dijiste que era un chiste! —Me enfado, agarrándolo de la ropa.

—Esta vez fue en serio, ya viene.

—¡¿QUÉ?! —Me escondo detrás de la barra.

—Hola, Derned —dice Lively con una voz tímida al acercarse—. Vengo por mi desayuno.

¡¿Por qué le habla así?! ¡¡Lloraré por culpa de estos celos infundados que no tienen sentido de Dios!!

—¡¡Hola, Ly!! —Le sonríe—. ¡¡Tengo lo que pides!!

—Deja de hacerte el Don Juan —murmuro.

Derned me pega.

—¡¡Soy Don Corazones!!

—¿Con quién hablas? —pregunta Lively—. ¿Has visto a Tian?

—Por el megáfono —contesta—. Por cierto, no puedo responderte lo segundo, primero el desayuno. —Le entrega la bandeja.

—Gracias. —Se va a una de las mesas y se sienta a comer.

Asomo la cabeza para espiar.

—¿No crees que está muy tranquila? —consulto.

—La tienes enamorada —expresa Derned con pura confianza—. ¡Ya es tuya, baby!

—¿Quieres decir que desea pasar la Navidad conmigo?

—¿Y sino por qué vino? —Me pega otra vez—. No seas tarado.

—¿Voy?

—Y sí, estúpido. —Se queda pensando—. A menos que quieras que vaya yo.

—¡NO! —Me levanto rápido, así que voy a hasta Lively.

Mis pies se sienten pesados mientras camino hasta ella. Me detengo en frente, entonces nuestras miradas se cruzan. Trago saliva, me siento y me regala una sonrisa, luego baja la vista para leer mi nota en voz alta.

—"Gracias por probar todos los sabores de Navidad, habrá más cuando la pasemos juntos". —Deja el papel a un lado y bebe su frappé—. Delicioso, uva, ¿será nuestro sabor?

Sonrío, sonrojado.

—Quizás.

🎄🎄🎄

Suena a capítulo final, pero todavía nos falta el de Navidad.

¡Ya no hay más taza! O al menos no las que cuento yo, igual no sé si quedan más capítulos después de ese, así que por las dudas preparen pañuelos.

Saludos, Vivi.

Sabores de Navidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora