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Capítulo 2
-Voy a ir a la universidad con mi mejor amiga y hermana- comente para mi mismo, mientras empacaba una de mis maletas
-Y al final lograste convencerlos- dijo diana sorprendida, me miraba desde el otro lado se la habitacion - no puedo decir que no me sorprende
-Ya había perdido literalmente la esperanza
-¿Estas seguro de que quieres hacer esto?- pregunto
-¿Que quieres decir? -estaba confundido, ¿de verdad estaba preguntando eso?
-eso- se acomodó en el borde de la cama- no dudo que estés preparado para hacer esto, me consta lo mucho que lo hemos querido desde siempre... Pero esto no será como el colegio, no habrán profesores que controlen a los que se metan contigo.- se veía preocupada
-¿Por qué alguien querría meterse conmigo?
-Estem- dijo pensativa- no se... quizás porque eres hijo del hombre más importante del país
-¡no entiendo el drama!- estaba tan cansado del mismo tema- dudo mucho que alguien reconozca quien soy
-no intento ser dramática, pero aunque le restes importancia ¡Eres el hijo del presidente!- estaba algo ofuscada para este punto y yo comenzaba a sentirme algo ansioso
-Seamos objetivos ¿Quién de nuestra edad realmente le importa tanto la política para saber algo así?
-Quizás no les interese la política pero tienen televisión en sus casas ¡O internet!
¿En serio estábamos teniendo esta discusión? Yo de hecho en muy pocas ocasiones aparecía en los medios, solo en ocasiones especiales muy esporádicamente. Aunque tenía que ser realista, aunque mi padre era muy querido por el país, también tenía sus detractores como en cualquier democracia.
El problema de todo esto radicaba en que entre esos grupos de opositores siempre están los ''radicales psicóticos'' los que dan la vida por sus ideales absurdos hasta llegar a limites increíbles.
-¿sabes lo grande que es el campus? Simplemente tengo que dedicarme a lo mío y mantener bajo perfil. ¡Tú drama me está causando mucha ansiedad! Todo estará bien
-Au- dijo sorprendida- cálmate, solo me deje llevar- suspiro- sí, todo estará bien, solo tenemos que mantenerte alejado de psicópatas y terroristas
-Idiota- le lance un almohadazo
Más vale que no repitiera ese chiste delante de mi padre, porque se arrepentiría de la decisión que había tomado.
El día de la mudanza a la universidad llego más pronto de lo que pensaba, admito que quizás mi padre tuvo algo que ver en que diana y yo compartiamos cuarto.
La ansiedad estaba al 100% y aunque trataba de ocultarlo dentro de mí repetía una y otra vez que todo iba a estar bien, esperaba poder creérmelo antes de llegar al campus.
Mis padres tuvieron que salir del país hacia dos días, así que el momento de la despedida ya había pasado. Solo éramos diana y yo contra el mundo, no sabía cómo me sentía al respecto.
-Las 5:00 pm y estamos oficialmente instalados- dijo diana desde su cama
-Soy genial planeando mudanzas, lo sé- presumí desde mi cama mientras revisaba mi laptop
-Eres un idiota engreído- gruño
-¡y tu una desordenada!- respondí
-¡Soy ordenada! Solo que ordeno con estilo
-JA JA - me burle
-Tengo hambre
-¡que novedad!- reí
-¿esto es bullying o qué? ¿Muy rebelde porque ahora estas en la universidad?- se quejó- aun puedo patearte si quisiera- bromeo
-Oh bueno, será mejor que vayamos a alimentarte ¡no quiero que me patees!- me burle
-¡hasta que por fin dices algo con sentido! Hay una cafetería muy cerca de aquí
-¡Vamos entonces! Yo también muero de hambre
Salimos del cuarto, camino a nuestra primera aventura en la universidad.
-Casi me muero de hambre y aun no vemos nuestra primera clase- dijo cansada de tanto comer
-Dramática- reí- me gusta este sitio
Era una cafetería pequeña pero muy acogedora, las mesas estaban alejadas unas de otras lo que te daba un poco de privacidad, estaba a medio llenar y eso era bueno al menos para mí, espero que siga así por el resto del semestre.
-A mí también me gusta-sonrió- y el colibrí ha pasado libremente sin ser molestado
-Idiota- me reí- jamás vuelvas a repetir eso la amenace, y algo llamo mi atención... o más bien alguien, el chico que servía los cafés en la barra. Sus ojos me transmitían mucha tranquilidad, además me llamaba la atención eran ya las 7:30 de la noche y estaba sirviendo café ¿desde qué hora? Al menos debía tener 5 horas trabajando ¿Por qué tenía esa sonrisa?
-¿me estas prestando atención?- diana me saco de mis pensamientos
-Si ¿Qué pasa?- mentí
-Tengo que hacer una visita muy cerca de aquí- comento diana- ¿me acompañas?
-¿a quién vas a visitar?- llevábamos 3 horas aquí ¿a quién se supone que conocía?
-WAU ya veo que me estabas prestando atención- dijo gruñona- la hija de la mejor a amiga de mi mama, también se acaba de mudar pero ella no conoce a nadie a diferencia de mi- sonrió, estaba tan feliz por eso como yo- necesito ser niña buena y ofrecerme a ayudarla en lo que necesite
-Ok, no gracias, quiero estar un rato más aquí- reí
-Claro, solo trata de no babear tanto- ok definitivamente tenía mi atención
-¿Qué?
-Si, por el chico de la barra- soltó una risa y se fue sin que pudiera decir nada
De todas formas no tenía nada que decir en mi defensa.
Estuve tentado a pedir otro café, hacia frio y lo necesitaba pero el orgullo pudo más.
Alrededor de una hora después decidí que era hora de volver al cuarto, mañana sería un día largo.
Comencé mi camino de regreso y estaba tan concentrado en observar todo lo nuevo que me rodeaba, en lo bien que se sentía ser realmente libre de hacer lo que quisiera sin que nadie estuviera a tres metros de mí vigilando que nadie respirara el mismo aire que yo. Que no note que había un pequeño grupo de hombres sentados en sus motos, reunidas justo en la esquina siguiente de la cafetería, no quería sonar racista o discriminatorio pero por su apariencia podía notar que no eran de los mejores amigos que alguien podría tener.
-oh mierda
Era el primer día del nuevo semestre, supongo que aún no se encontraban aquí la mayoría de las personas, por ende las calles estaban completamente solas a excepción de ellos y yo, pensé en devolverme y quedarme un rato más en la cafetería pero ya uno de ellos había hecho contacto visual conmigo, alejarme no sería buena idea, mi única opción era seguir mi camino como si nada.
-Todo va a estar bien- repetía mentalmente, a medida que me acercaba más a ellos
-¡Tenemos un novato en el campus!- dijo uno en voz alta y me paralice al instante
-y paseando solo, vaya que eres valiente- se rio otro más del grupo- el miedo me invadió
Wao jimin que talento tienes para meterte en problemas ¿es enserio? ¿Cuánto tiempo tienes aquí 4 horas?- pensé
-El no está solo- dijo una voz tras de mi- solo me esperaba para continuar- sentí su mano sobre mi espalda - así que si nos disculpan- pude ver la cara de asombro de todos, aun mis piernas no respondían - seguiremos nuestro camino- sentí un suave empujón hacia adelante y obedecí en piloto automático
Una cuadra después a muy pocos metros del dormitorio, mi cuerpo reacciono.
-Estas bien- dijo dulcemente en mi oído- no les prestes atención, pareciera que hay que temerles pero son inofensivos, les encanta asustar a los nuevos, estarás bien- no podía verlo pero pude predecir la sonrisa que se formó en su rostro cuando decía eso
-¿Quién eres?- pregunte con una sonrisa, pero nadie respondió... cuando gire para ver su cara, mi héroe ya caminaba a paso rápido en dirección opuesta a mi
-¿no me dirás quién eres?- le grite
-¡un amigo!- respondió sin voltear y siguiendo su camino
Solo había sido una broma estúpida de universitarios, tantas cosas habían pasado por mi cabeza que entre pánico, tenía que bajarle dos, Todo iba a estar bien.
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▪︎El hijo del presidente▪︎ [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora