Las incesantes quejas de Fallo comenzaban a molestarle, pues, aunque los calabozos estaban trece pisos más abajo, de alguna manera el humano lograba gritar tanto que se escuchaba hasta su oficina.
— ¿¡TE QUIERES CALLAR MALDITA SEA!? —estaba agachado sobre la trampilla; alcanzaba a ver la silueta de una persona varios metros hacia abajo.
— No.
- ES TU ÚLTIMA ADVERTENCIA O TE MANDO A INCINERAR.
— No eres capaz, me adoras.
— Suficiente. Déjame hacer unas llamadas.
Se fue caminando hasta su escritorio y tomó el teléfono fijo, marcó unos números y de inmediato la voz de Capitán Gato respondió:
¿Aló? —
— Gato, te necesito en los calabozos. Menos de cinco minutos, celda 9 A.
Al felino no le dió tiempo a responder, porque Magma colgó con rapidez.
— ¿Y? ¿A quién llamaste?
— Qué te importa.
—...
— A un viejo amigo tuyo.
— ¿Silencio? ¿Cap? ¿Hero? ¿Poll-?
— Un segundo... ¿¡Eras amigo de Hero!?
— ¡Claro! Lo conocí en la Uni, ese wey es bien buen pedo.
— Hero... ¿El de pelo negro, rosa y azul?
— Ese mero.
— Él... ¡Él y yo éramos amigos! Hace años, claro, pero éramos amigos.
— De hecho [🤓☝️] me parece que te mencionó una o dos veces.
— ¿Enserio? Creí que no me recordaba.
— ¡Claro que te recordaba! Uno no olvida a un Netherlano de un día para otro.
Magma pensó que Fallo tenía razón, pero no pensaba admitirlo en voz alta.
— Mhe, no importa. Tu compañía llegará en unos minutos, yo tengo que ir a resolver unos asuntos.
Se levantó de su asiento, listo para salir por la puerta, cuando fue interrumpido por un agudo grito de Fallo.
— ¿¡Y AHORA QUÉ QUIERES MIERDA!? —preguntó agravando su voz, a lo que Fallo soltó unas risitas.
— ¿Me vas a abandonar aquí? Pensé que éramos amigos...
— Por doceava vez, ¡¡NO LO SOMOS!! ¡Estás secuestrado, así que me obedeces y PUNTO!
— No me diste ninguna orden.
—...Ah. De todos modos, ¿no estás intimidado?
— No creas que es la primera vez que me secuestran.
— ¿...? Eh... Me voy, adiós.
Salió por la puerta de forma rápida para evitar otra interrupción del humano. Aún así, le pareció escuchar un «Ay, qué lindo, te despediste de mí» mientras subía por las escaleras hasta el "secretísimo" piso trece.
Realmente no quería hablar con ellos, pero, dada la situación con Fallo y el rescate de Nova, era necesario.Suspiró, y posó su mano enguantada en la oxidada manija. La giró, y entró a una habitación totalmente vacía, ni una lámpara. Caminó algunos pasos y se sentó en el piso al centro de la sala, doblando las rodillas.
Sus ojos comenzaron a cerrarse como por impulso, ya se estaba acostumbrado a la sensación de desmayarse.
Pasó así unos minutos, reposando, y, cuando abrió los ojos de nuevo, ya no estaba solo en la sala.
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Ilegal (NSMP AU?) (¿¿¿Magllo???)
Fanfiction¿Qué pasaría si el jefe de una mafia secuestrara a Fallo? Cosas, muchas cosas. Advertencia: lenguaje soez, temas delicados. (No se busca ofender o incomodar con este contenido, favor de tomarse como entretenimiento)