— Y este es otro anuncio de tostadoras eléctricas —Fallo suspiró, agotado, mientras se estiraba en su asiento y tiraba al rebosante bote de la basura el último sobre del enorme bulto que Magma le había puesto sobre la mesa. Este último se encontraba frente a él, leyendo también el contenido de un sobre con apariencia más importante.

— Gracias, Fallo. Me salvaste la vida. ¿Hay algo que pueda hacer para recompensarte...?

— Darme todo tu dinero. Pero fuera de eso... Supongo que no me vendría mal un café, o algo de comer.

— ¡Mierda! Lo siento, olvidé darte alimento. Con esto de que estás afuera de tu celda y todo... —Magma se rascó la nuca, apenado, mientras se levantaba de su butaca y se acercaba a la de Fallo.

— No te preocupes, Mag. He sobrevivido varios días sin comer ni un poco.

— ¿¡Varios días!? Carajo, ¿en qué condiciones te tiene Nova?

— Él... No es del todo su culpa, yo mismo me ofrecí a hacer todo esto. Además, tengo una vida fuera de "el negocio", como lo llaman ustedes los pendejos.

— Hey. Uno de los ayudantes de Nova fue quien decidió el nombre.

— Oh, lo sé. Pollo tiene un mal gusto de huevos.

— Pollo... Si vuelves a verlo algún día, dile que lo siento. ¿C-cómo va con lo de su ojo? —preguntó Magma, dudoso de si tocar el tema o no.

— Eh, aún no lo supera. Si te refieres a lo físico, no lo sé: se puso un parche y no deja que nadie vea debajo de él. Eso sí, se ve un poco de cicatriz que se escapa del parche por debajo.

— Ya... De verdad lo siento, ese día actué por impulso, no tenía pensado encontrarme a nadie en mi camino, y-

— Cállate. Sólo- Sólo cállate —Magma detuvo sus disculpas apresuradas, sorprendido por el repentino cambio de tono en la actitud de Fallo. Una vez que guardó silencio completamente, los labios del humano se curvaron en una sonrisa confiada, adoptando una expresión que provocó un sentimiento... gracioso en el pecho de Magma. Fallo se levantó de su asiento, acercándose lentamente al regazo del demonio, donde apoyó uno de sus brazos mientras tomaba la mejilla del contrario con el otro, acercando sus rostros hasta casi rozar sus narices.

— Yo-

— Tranquilo. No hace falta que digas nada —susurró Fallo, tomando las riendas de todo el extraño asunto. Si cualquiera hubiera estado ahí para verlos, se habrían dado cuenta de inmediato de la increíble tensión entre esos dos conforme se acercaban más y más, si eso era siquiera posible.

— …¿Nos besamos? —preguntó Magma dudoso, después de un silencio eterno de diez segundos en el que ninguno se había decidido. Por su parte, Fallo casi se cae de espalda al oírlo— ¡Fallo! E-era una broma, lo siento por-

— N-no, es mi culpa por andarle jugando al don pendejo.

— ¿Don pendejo...?

— Una expresión. ¿...Dijiste broma? —corroboró el ojiblanco, recuperando su sonrisa pícara y desconcertando aún más a Magma.

— Eh... Sí. A veces lo hago cuando estoy nervioso, lo siento si-

— ¿El señor Magma, su eminencia todopoderosa, está bromeando conmigo? —Fallo rió estruendosamente, divertido por la cara de “vete a la mierda” del contrario.

— Considera que aún no descarto completamente la idea de incinerarte.

— No serías capaz, me amas.

— No juegues con mi paciencia. En fin, ¿qué quieres comer? No puedes salir de la oficina, pero puedo bajar por algo rápido a la cocina.

— ¿Cocina? ¿No sé supone que era un departamento de mafiosos?

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⏰ Última actualización: Sep 21 ⏰

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Ilegal (NSMP AU?) (¿¿¿Magllo???)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora