Harry Styles siempre fue un pequeño ángel, de niño era un adorable ángel con diminutas alas las cuales fueron creciendo con el tiempo, y con los años se transformó en un completo, hermoso y brillante ángel.
Siempre ha visto la vida como una paleta de colores, como un lugar que merece la pena explorar y siempre ha encontrado a los seres humanos las criaturas más fascinantes de la tierra.
Hubo perdido su voz a los diez años de edad debido a un agresivo tumor en la laringe que le atrofió las cuerdas vocales, permitiéndole solamente soltar algunas resonancias comúnmente conocidas como sonidos sordos.
Sin embargo, jamás dejó que eso le quitara los colores a su vida. Su familia siempre lo amo y apoyó, tuvo grandes amigos que compartieron buenos momentos con él, aprendió que había más de una forma para comunicarse, que si permanecía en silencio podía oír a los grillos en la noche, el sonido del viento y los susurros de amantes escondidos entre las multitudes; Y seguramente si no hubiera sido porque perdió su voz, no hubiese pasado tanto tiempo de su infancia y adolescencia encerrado en su habitación leyendo enormes cantidades de libros y desarrollando una inexplicable pasión por la literatura, tampoco hubiera obtenido aquella beca por "discapacidad" en la universidad a la que entró y que al final terminó derivándolo a una prestigiosa universidad privada de Londres.
Así mismo, si no fuese por su vulnerable estado no lo habrían acomodado en el departamento de aquel adonis de ojos azules y cuerpo de definidas proporciones. Si no fuese porque de alguna forma la vida era increíblemente hermosa, no habría terminado enamorándose de Louis Tomlinson.
El hombre que ahora lo despertaba en las mañanas con un beso en la mejilla mientras se acurrucaba con él en la cama para ver las noticias de la madrugada. Aun cuando un somnoliento Harry gruñía por lo bajo puesto que los noticieros no eran de sus programaciones favoritas. Pero bien podía soportarlo, porque Louis siempre ponía el volumen al mínimo para que él pudiera seguir durmiendo, porque Louis lo abrazaba con fuerza y le repartía miles de besos en todo el rostro, porque le susurraba al oído palabras colmadas de miel. Porque Louis era sin lugar a dudas el amor de su vida y es que Harry era un romántico empedernido. Harry creía en el amor a primera vista, en los cuentos de hadas y los finales felices, en los te amo con un profundo significado de fondo y en que los acelerados latidos de su corazón, eran su mejor conciencia.
Ya habían transcurrido tres meses desde que comenzaron a vivir juntos y aproximadamente dos meses desde que se habían convertido en pareja. Aproximadamente sesenta románticas noches de luna donde Harry aprendió que Louis adoraba verlo con su ropa puesta y que Louis ronroneaba igual que un gatito cuando le acariciaba el mentón. Donde ambos descubrieron un extraño pasatiempo por estar simplemente acurrucados en la cama conversando de cualquier tontera mientras se repartían besos al azar.
Y todo era fluido, porque el mayor aceptaba incondicionalmente todo de Harry y el pequeño adoraba eso. Adoraba como Louis le repetía cientos de veces cuanto lo quería haciéndolo ruborizar, adoraba como Louis lo celaba de cualquiera que intentara coquetearle provocando que su corazón latiese con fuerza, y adoraba como una que otra vez, Louis hablaba de un futuro, juntos.
Pero así mismo, Harry estaba descubriendo todo aquello que iba de la mano con el amor, los celos y la frustración cuando aparecían personas que anhelaban la atención de su novio y seguramente también su corazón. Algunas veces haciéndolo sentir enojado, triste y deprimido.
Como hacía una semana, cuando un exótico irlandés llegó de intercambio y posó su atención en Louis, intentando por todos los medios llamar su atención. Robándole incluso un beso frente a Harry. Y el dolor fue tanto, que por un momento Harry estuvo seguro de que su corazón dejó de latir, de que su respiración se congeló y de que su pecho fue atravesado por cientos de pequeñas agujas. El resto de aquel día lloró como nunca lo había hecho, sentado en el regazo de Louis, siendo envuelto por sus firmes brazos mientras estaba acurrucado en su pecho.
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softness boy (l.s)
FanfictionLouis Tomlinson ha sido un bastardo toda su vida, desde su nacimiento. De pequeño era un adorable bastardo y ahora que es un adulto, es un maldito bastardo. Todo habría seguido igual si no hubiese conocido a un frágil y pálido chico con el nombre de...