4.

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Al ver como su pequeño cachorro se giraba para salir corriendo, Louis fue tras él. De solo imaginarlo hipando, con sus lindos ojitos llenos de lágrimas, con las pestañas húmedas y sorbiendo su nariz, se le apretaba el pecho. Harry era su bebé, su pequeño, tierno, frágil y delicado bebé, por lo que la idea de verlo sufrir era simplemente tormentosa; una verdadera tortura.

Su corazón le punzaba a medida que caminaba con paso firme y acelerado en busca del menor, Sin embargo, fue detenido por el fuerte agarre de Camille.

"¿Qué mierda ha pasado, Lou?" Le preguntó la pelirosa completamente desconcertada y preocupada por haber visto a Harry salir corriendo del lugar.

"Luego te cuento, tengo prisa".

"S-si claro ve, no se preocupen por mí. Puedo volver en taxi. Los llamaré cuando llegue a la residencia".

"Genial, gracias..."

Louis se soltó del agarre y chocando con algunas personas ebrias y torpes, logró llegar a las puertas de aquel antro. Al salir el frio lo golpeó en el rostro y su ceño se frunció al recordar que su pequeño novio no llevaba más abrigo que una delgada camiseta de algodón.

Giró su rostro en ambas direcciones y lo visualizo, no demasiado lejos. Caminado con apremio y abrazándose a sí mismo. Louis corrió tras él y cuando estuvo lo suficientemente cerca, lo abrazó por la espalda.

Harry dio un pequeño salto ante la sorpresa pero no demoró en saber quién era el que estaba detrás de él. Se volteó dentro del abrazo y levantó sus delgadas, temblorosas y níveas extremidades para rodear el cuello de Louis, el llanto seguía predominante en él y Louis lo comprobaba al sentir como el pecho del menor subía y bajaba descompasado.

"Ya está todo bien mi bebé... Tranquilo" Le susurró al oído, acariciando sus cabellos con una mano mientras con la otra lo sostenía de la espalda. Se mantuvieron abrazados lo suficiente como para que Harry dejase de sollozar.

Se separó del abrazo del mayor y este secó con sus pulgares las lágrimas de Harry, acunando su rostro con las palmas de sus manos. "Tú eres mi sol, amor. Solo tú".

Harry asintió en silencio y mordió su labio inferior con fuerza. Se sentía infantil e idiota por haber reaccionado tan mal... Pero no pudo controlarlo. Cuando vio a ese chico abrazando a su Louis, como si le perteneciese, como si fuese suyo... Con esa horrible sonrisa en su rostro. Simplemente se aterró. Tuvo miedo y frío, porque nunca había sentido algo así. Porque nunca había sentido en su piel la posibilidad de perder a Louis hasta ese momento, y eso lo aterró.

Necesitaba explicárselo, decirle como rompía su corazón el ver que algunas personas querían separarlos y que su pancita le dolía cada vez que pensaba en eso. Las manos de Harry comenzaron a moverse de manera torpe y temblorosa. Demasiado rápido como para que Louis entendiera todo que le estaba diciendo. Así mismo sus labios tartamudeaban y sus ojos volvían a llenarse de lágrimas.

Louis parpadeaba con rapidez mientras movía su cabeza siguiendo los gestos de Harry, alternando entre las manos de este y su boca.

"Am-amor... Bebé, más lento" Harry no lo escuchó, demasiado absorto en sus sentimientos, en la necesidad que tenía de explicarle a Louis todo lo que le estaba pasando. "Hazz... Amor n-no entiendo. ¡Hazz, detente!"

El rizado se detuvo cuando escuchó la voz de Louis, gruesa y tosca. Se percató de lo acelerado de su respiración y de las lágrimas que recorrían sus mejillas. Se sentía mal, tenía frío, miedo y no se sentía tibio ni protegido... Quería su cama, su almohada rosa y acurrucarse en los brazos de Louis. Quería escucharlo decirle palabras dulces mientras lo besaba.

softness boy  (l.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora