𝑐. chapter eight.

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Capítulo ocho

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Capítulo ocho.
❛ De regreso a casa. ❜

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Las gotas de agua golpeaban el suelo de su departamento, adentrándose sin permiso por el hueco que había dejado Jason hace más de una semana atrás. En sus manos frías, Natalie sostenía una caja con sus cosas, acercándose a la mesa para allí poder sellarla. No fue una sorpresa para ella encontrarse la nota de petición de desalojo esa mañana en su puerta. No tenía el dinero suficiente para pagar el alquiler, y su estado anímico había decaído desde que regresó a Gotham, como si el aire contaminado de la ciudad se hubiera adherido a su piel y alma para envenenar cada pizca de felicidad que encontró en su cuerpo y la transformó en tristeza pura.

No había hablado con Barbara desde la noche en el Callejón, y, por su bienestar emocional, debía acercarse de nuevo al departamento de policías para poder enfrentar a la Comisionada y preguntarle el por qué. Por qué había accedido a darle el caso de los traficantes si no la consideraba con las capacidades necesarias para enfrentar algo así. Por qué le mintió. Se encontraba en ese hoyo emocional donde dudaba de todo lo que había construido hasta ese momento, de todo lo que antes pensaba, era capaz de hacer. Era un abismo al que caía constantemente desde que se puso el traje de Robin, hace años atrás. No había sido más que algo del momento, un roce que acabó por marcarla para siempre.

Habérselo contado a Jason creó una extraña conexión entre ellos desde entonces, donde las palabras se deslizaron rebeldes por su lengua, la cual se había aflojado como si nada a la hora de hablar con el muchacho. Sus ojos llenos de entusiasmo, su forma de idolatrar el traje fue un espejismo de lo que alguna vez ocurrió con ella. Y aquello no había terminado bien.

Los mensajes entre ellos iban y venían, Jason iniciando siempre con un "Buenos días, muñeca", manteniendo el particular apodo que había decidido para ella. Entre aquellas letras y emojis, Natalie descubrió que en realidad, Jason podía ser muy sensible e inseguro, nada comparado con lo que mostraba en esas sonrisas coquetas y su constante habladuría. Descubrió también que le gustaba Jane Austin, información que consiguió gracias a múltiples súplicas y amenazas por parte del ojiazul, diciéndole que si se lo contaba a alguien, le contaría a Alfred que habían ido a un bar en Milwaukee. También tuvo que aceptarle una salida, pero sabía que aquello solo lo había dicho para molestarla, por lo que no le dio mucha importancia.

UNDER THE RED HOOD    ♰     jason todd ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora