Prólogo.

14 6 1
                                    

Desde que tenía 14 años, aún sigo pensando en mi hermano.

Hace mucho tiempo que mi hermano menor, Herbert Mansfield, desapareció después de haber ido a la casa de un amigo suyo a hacer una pijamada.

Esa desaparición, fue justo cuando él iba de regreso a nuestra casa al día siguiente. O al menos eso dijo la familia de su amigo, incluyendolo a él.

La policía investigó el caso, intentando encontrar algunas pistas que los lleven a la ubicación de mi hermano, pero no hubo nada de eso.

Registraron la casa del amigo, pero no había nada que pudiera decir que ellos tuvieron que ver con la desaparición.

Su amigo confirmó que Herbert no quiso que nadie lo acompañara a dejar a la casa, por lo tanto se dirigió para allá solo.

Finalmente, la policía dejó el caso incompleto por falta de pistas y cooperación. Mis padres seguían estando desesperados por mi hermano, e incluso armaron una marcha por conmemoración hacia él.

La mayoría de vecinos asistieron a esa marcha, y algunas personas que habían visto el caso en internet también se unieron, incluyendo su amigo.

Yo asistí a esa marcha con el corazón roto.

Una vez que supe el caso de mi hermano, estuve muy triste y no podía dejar de llorar en las noches, al igual que mis padres.

Publiqué muchas fotos en internet con su cara y su nombre, e incluso imprimí carteles y los pegué por todo el barrio en el que vivía.

Pero a pesar de todo el esfuerzo que hacían mis padres, y todas las demás personas, jamás hubo pistas.

Pasaron días, semanas, meses y años desde lo ocurrido, y nunca hubo pistas.

Hoy en día tengo 22 años, si mi hermano estuviera conmigo, él tendría unos 19 años.

Una vez que acabé la escuela, empecé a estudiar nuevamente lo que a mí me gusta, criminología. Aunque también quería ganar algo de dinero, así que empecé a trabajar en zonas como de comida rápida o trabajar en tiendas de ropa u otra cosa.

A pesar de que nunca tengo tiempo para algo, desde hace años eh estado planeando algo.

Y este año será el día en que aplique todo eso.

Si la policía no pudo encontrar pistas sobre lo que realmente sucedió con mi hermano.

Lo haré yo.

Y nadie podrá detenerme.

Y nadie podrá detenerme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Traición de sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora