Cuando el hermano menor de Velnar Mansfield desaparece, él comienza una búsqueda que lo llevará a descubrir una peligrosa conspiración y una traición de una persona muy cercana. Mientras sigue pistas, debe enfrentar sus miedos y hacer frente a una c...
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El día empezó tranquilo, me levanté a las 7 de la mañana para alistarme e ir a mi instituto en donde estudio la carrera de criminología en Hamburgo, las horas en aquel instituto pasaban rápidamente al estar concentrado en cada clase.
Para esta carrera tengo que estar bastante atento y estudiar mucho, si realmente quiero cumplir con lo que tanto deseo, tengo que esforzarme.
Después de las clases tuve que ir a mi casa nuevamente para dejar mis cosas y prepararme para el trabajo.
Trabajé hasta las 11 de la noche en un mall, mi zona de trabajo era una tienda de comida rápida, me tocaba de cajero este mes así que tuve atender a muchas personas. Algo cansador, la verdad, tratar con gente diferente todo el tiempo me agota bastante pero no es difícil si conoces bien a ese tipo de gente.
Para mí, el atender gente es fácil, con total de ver sus movimientos y escuchar sus palabras puedo saber que tipo de personas son, así que adapto mi personalidad al de ellos para que se sientan cómodos y no haya ningún problema.
Llegué a mi casa y me lancé a mi cama suspirando con cansancio, miraba al techo mientras mantenía mi mente en blanco, en un día tan agitado no me gusta pensar tanto. Levanté mi torso repentinamente para quedar sentado en mi cama y mirar el calendario que tenía en mi pared, tomé un lápiz que había en la mesita de noche al lado de la cama y me levanté para dirigirme a ese calendario.
Los días que ya pasaron estaban marcados en rojo, hoy era 5 de agosto. Levanté la hoja para ver la siguiente en donde estaba el mes de octubre, miré fijamente al número 1, a partir de ese número, todos los días que quedan del año van a ser importantes.
¿Por qué? Porque realizaré el plan que tanto he estado planeando.
Abrí el marcador rojo que tenía en mi mano y marqué el primero de octubre con un círculo grande, para dar el significado de que esa fecha será importante para mí. Después de realizar eso, volví a mi cama y me acosté sobre ella sin antes dejar el marcador rojo en su lugar y bien tapadito.
Una vez acostado, mis ojos empezaron a cerrarse lentamente mientras mi mente estaba en blanco, no podía pensar con claridad. Me quedé dormido en unos minutos, el peso del día había caído bruscamente en mi cuerpo y mente, por lo tanto, el sueño me ganó.
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Los días empezaron a ser repetitivos, me levanto a las 7 y llego a mi instituto a estudiar a las 8, termino de estudiar y salgo a las 1:15 para ir a mi casa a descansar un poco, luego alistarme para el trabajo que empieza a las 5 y termina a las 11 de la noche.
Todos los días fueron lo mismo, y hacer siempre lo mismo es muy agotador, pero eso iba a cambiar en unas semanas más de todas maneras. Lo mejor era simplemente tener paciencia con todo esto...
