Last Kiss | HaiKaveh Genshin Impact

6- You're on your own, kid

Después de varios días esperando, sobreviviendo con los suministros que le quedaba y esperando a que alguien venga a rescatarlo, Kaveh se rindió.

Aguantándose las lágrimas, empacó las cosas que le quedaban, se acomodó la capa, pidió a Mehrak que lo acompañe y se puso el broche que Alhacén le regaló. Una parte de él aún tiene la esperanza de que alguien lo encuentre, a pesar de todo el tiempo que ha pasado. Él es un reconocido arquitecto de Sumeru, la luz de Kshahrewar, está seguro que alguien vendría a salvarlo.

Talló un mensaje en la pared, justo antes de adentrarse en las ruinas. Mucha gente debe estar buscándolo ahora mismo, y si algún día llegan a estás ruinas, deben saber que él estuvo aquí.

Tiene a sus amigos, a Tignari, Cyno, Faruzán, Laila.

Tiene a la Viajera y Paimon.

Tiene a Alhacén.

Alhacén.

Kaveh ya está cansado de llorar, pero le fue imposible evitar que las lágrimas recorrieran su rostro. Su pulso tembló, y escribir su nombre le costó horrores.

Él no quería venir al desierto.

Escuchó sobre una expedición organizada por eruditos, que visitarían las ruinas más importantes. Lo que llamó la atención de Kaveh es que varios extranjeros y gente con dinero asistiría, y aunque la inscripción costará más de lo que se puede permitir, si lograra hacer contactos, todo valdría la pena. Podría conseguir clientes con proyectos ambiciosos, que lo sacarían de su deuda y lo liberarían de la casa de Alhacén.

Incluso cuando la fecha cambió a su cumpleaños, no podía echarse hacia atrás.

Pero Alhacén tuvo que complicar las cosas, como siempre.

No podía quedarse callado cuando puede burlarse de la miseria de Kaveh.

Tuvo que actuar muy extraño todo el día. Tuvo que hacerle un regalo, algo que jamás había hecho.

Tuvo que abrazarlo.

Para Kaveh eso era más que suficiente para creer que al fin logró ablandar el corazón de piedra del escriba, que todos sus esfuerzos en intentar entenderlo y comprenderlo han funcionado. Incluso cuando se portó mal con él, Alhacén no le gritó ni reprendió, en cambio, lo tomó entre sus brazos y se despidió de él.

Pero eso no fue todo.

Lo besó y arrinconó contra la pared, prometiéndole que al fin hablarían, que solucionarían todo lo que han dejado pendiente y tendrían sexo apasionado.

Todo era como un sueño hecho realidad

Pero como siempre, Alhacén solo se alejó. Si le hubiera pedido que se quedara con él, Kaveh lo hubiera hecho, pero ante el silencio del escriba, eligió huir para calmar su acelerado corazón. Y como siempre ocurre en la vida de Kaveh, las cosas nunca salen bien.

La tormenta de arena que los arrasó fue terrible, y Kaveh fue separado del grupo cuando un animal de carga lo derribó en su huida, dejándolo casi inconsciente. Mehrak lo auxilió, y tras vagar a ciegas, pudo encontrar donde refugiarse.

Por supuesto que se quedaría atrapado.

Por supuesto que entró en unas ruinas que solo se abren desde afuera, y no importó cuánto lo intentará, no podría abrir la puerta.

Por supuesto que todo saldría mal cuando está vez, si necesita volver a casa.

Kaveh se limpió las lágrimas y terminó de escribir su mensaje. Una parte de él espera que sea Alhacén quien lo encuentre, pero sabe que ese hombre no moverá ni un dedo por él.