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Mándeme al doce

Habían pasado ya dos años desde aquella terrible despedida y no había día en el que Coryo no pensara en Cat. Sin embargo, y por los sucesos que ustedes ya conocerán, ahora tenía a Lucy Gray Baird en su vida.
A pesar de que Lucy y él habían tenido ciertos momentos juntos, para Coryo no había punto de comparación entre ambas jóvenes. A decir verdad eran muy diferentes: Una era el pájaro cantor que vela por los demás, la otra era una serpiente que no temía comerse vivo a quien se metiera en su camino (pese a que nuestra protagonista le quiso demostrar lo contrario a Coryo).


Después de unos cuantos sobornos, Coriolanus fue llevado al doce para servir como agente de la paz. Y si bien había gastado hasta el último dólar solo para ver a Gray, el futuro (yo) tenía otros planes.

⎯  Sabía que te encontraría aquí sentado solo ⎯  ya estaba en el tren cuando escuchó a alguien: Sejanus. Ambos conversaron durante un largo rato mientras esperaban llegar lo antes posible

⎯  ¿Sabes a quién me recuerda este tren? ⎯  el joven se puso nostálgico, recordando ese momento en el que le dijo adiós a la única mujer a quien de verdad amó

⎯  No hagas esto, no ahora que han pasado dos años. Supéralo, de seguro ella ya te superó también. No es como si justamente fue enviada al doce y se vean de nuevo ⎯

⎯  Lo dices por lo que pasó entre sus padres, tú no la odias, ¿o sí? ⎯  Sejanus se limitó a mirar por la ventana evitando la pregunta

Después de un incómodo silencio llegaron a dicho distrito. Aquel estaba en terribles condiciones, debido a la pobreza del mismo.
Su labor era reportar cualquier acción sospechosa por parte de rebeldes durante los 20 años que pasarían allí, en caso de encubrir dichos actos serían tratados como rebeldes también.

El mismo día en el que ambos llegaron se colgó a un hombre, acusado de asesinar a dos.

⎯ ¡Es inocente! ⎯  una mujer comenzó a gritar desesperadamente mientras la cuerda subía y ahorcaba al hombre. La mujer continuaba gritando y unos agentes de la paz fueron a su alcance para llevarla a rastras a la cárcel





⎯ Oigan, Hoff nos dejó salir el fin de semana. Para elevar la moral ⎯  un compañero les habló a los lejos. Coryo y Sejanus discutían sobre su nueva vida en el doce: Por un lado, Sejanus no se veía muy convencido de su nuevo "trabajo" (por los asesinatos que demandaba); y por otro, Coryo mataría a cualquier rebelde para defender a los suyos o a él mismo

⎯ "Para elevar la moral" ⎯  replicó sarcástico Sejanus

Y (repito), para elevar la moral, fueron a un tipo de taberna en donde tocaba una banda de músicos llamada "Covey". El camino era largo y parecía que sus pies pesaban, por lo que Coryo se quedó hasta atrás de la fila. Miraba sus alrededores y a la gente del distrito.
Bajaba las escaleras y distinguió de entre toda la bulla una risa que él conocía perfectamente, una risa que no escuchaba desde hace dos años.
En una mesa significativamente alejada del escenario se encontraban dos jóvenes: Un chico y una chica, esta última estaba de espaldas. Ambos discutían sobre algo, pero las risas no faltaban en su charla.
Coryo se les quedó mirando, recostado en una pared, tratando de recordar quienes eran aquellos individuos y porque les eran tan familiar. Tan solo segundos le bastaron para que un apellido se le viniera a la mente: Stumber.

Gale Stumber, hermano de Catherine.

Y en el preciso momento que se dio cuenta de a quienes tenía frente a él, Gale alzó la mirada, encontrándose con un Coryo anonadado.

⎯ ¿Está todo en orden? ⎯ la rubia trataba de "despertar" a su hermano, quien quedó atónito al mirar algo. La joven volteó la cabeza ⎯ No puede ser ⎯ se levantó de un solo golpe, dando pasos rápidos hacia el muchacho ⎯ Coryo ⎯ dijo casi susurrando, abalanzándose sobre el muchacho

 ⎯ Cat ⎯ las palabras apenas salían de su boca y solo pudo contestar correspondiendo el abrazo sosteniéndola de la cintura y hundiendo su cabeza en el hombro de la fémina

Ambos estaban en su mundo, pensando y repensando en como es que el destino los había reunido después de estar tanto tiempo separados. El momento habría durado más, de no ser que la cantante principal del "Covey" subió al escenario.

 ⎯ No creas que no sé a cerca de tu amorío con Baird ⎯ Coryo la seguía sosteniendo de la cintura mientras levantaba la cabeza para mirarla ⎯ Es un distrito pequeño, los chismes vuelan ⎯

 ⎯ A la única que he amado es a ti, eso ni siquiera fue amor ⎯

 ⎯ Pues ella no dice lo mismo. Dijo que le pediste matrimonio ⎯ 

 ⎯ Con la única que me casaría sería contigo, te lo prometí ⎯ dijo y sin más tomó sus mejillas y la besó. 

Era algo que, en lo más profundo de su corazón, Cat había anhelado durante todo este tiempo. Sin embargo, sabía las consecuencias que traería amar a Coryo. Mejor dicho, la consecuencia.
Mientras la incertidumbre invadía su mente, abrió los ojos un momento, sin apartarse de los labios de Coriolanus, sintiendo la mirada fija de alguien.

Lucy tenía los ojos posados en ella, o en Coriolanus, o en el beso tan apasionado que él nunca le dio a ella.

  ⎯ Lo siento, no puedo hacer esto ⎯ dijo separando sus labios para luego marcharse

Coryo se quedó paralizado por aquellas palabras. ¿Había hecho algo mal? Salió tan rápido que hasta dejó a su hermano, quién se levantó dirigiéndose a Coryo.

 ⎯ Dejando de lado que te acabas de comer a mi hermana ⎯ dijo poniendo una mano en el hombro el joven ⎯ creo que deberías saber algo. Sígueme, iremos a casa, de seguro Cat ya está ahí ⎯

ᴅɪᴇᴛ ᴍᴏᴜɴᴛᴀɪɴ ᴅᴇᴡ | coriolanus snowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora