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Luego de caer por un vórtice nebuloso, que a palabras de Katsuki resultó ser una experiencia bizarra que prefiere borrar de su mente; ambos aterrizaron sobre un gran manto de nieve.

Katsuki se pone de pie de mal humor y limpia los restos de hielo, tanto de su cuerpo como de su ropa y zapatos.

—Maldita extra, mis pies se van congelar aquí ....Encima odio este clima... ¿no pudo escoger un mejor cuento...?—

Mira por el rabillo del ojo a Izuku y nota que aún está atrapado en la nieve mientras recorre confundido el entorno.

—Ahora que...—

Resuena la voz agotada del pelicenizo.

—No lo sé, creo que dimos una vuelta equivocada... no reconozco este sitio—

Izuku coloca una mano en su nuca y mira con nervios al joven.

—Además.... perdí mi espada—

Katsuki exhala con irritación.

—Porque no me sorprende, no pierdes la cabeza solo porque la tienes pegada al cuello... idiota—

Kacchan indaga por la nieve y reconoce algo que brilla entre el manto blanco, se apresuró a levantarlo, resulta que se trataba de la espada junto a un brazo de Izuku.

El pecoso se acerca con vergüenza y recibe las cosas que le da Bakugo.

—Jeje, lo siento, pasa a menudo—

—Si pues, agradece ser articulado en este mundo....—

Katsuki da unos pasos por el paisaje mientras Deku se arma, quiere intentar orientarse aunque es en vano pero su concentración se ve interrumpida por un bicho que se cruza por sus ojos.

—Agh, jodida luciérnaga...—

Harto de la situación, Kacchan le da un manazo y estrella al insecto contra la nieve. Izuku exclama preocupado.

—Espera no, es un hada de la nieve...—

El cascanueces se apresura y recoge al mítico ser con suma suavidad. Katsuki hace una mueca con un sutil atisbo de culpa.

—Oh... en mi defensa no las conozco—

El pecoso analiza el estado del pequeño y suelta un suspiro al notar que estaba bien.

El bicho se levanta luego de pasar el aturdimiento y vuela hasta colocarse enfrente del pelicenizo con un entrecejo fruncido.

Comienza a chillar de manera sonora dando a entender que estaba furioso. Katsuki porta un semblante enfadado al ver el parecido con el estúpido de Denki, le indigna que tenga el valor de hablarle así.

—No me reclames nada, bastardo. Tú te interpusiste en mi camino...—

Katsuki da un paso y choca su frente con la mini cabeza de Kaminari quien no se intimida y sigue chillando con furia.

—D-Disculpa. N-no creo que sea adecuado—

Izuku quiere intervenir pero esos dos están muy enfrascados en su discusión.

—Mira, rata enana, bicho insufrible. No entiendo ni un carajo de lo que dices pero voy a golpearte de nuevo si sigues zumbado en mi oído de esa forma...—

Katsuki lo toma de sus alas y lo empieza a agitar. Denki lloriquea pero se escuchan como el sonido de un cascabel.

Izuku se apresura a tomar el brazo del rubio para que se detenga.

—Fue suficiente, eso es grosero...—

Katsuki suelta al hada quien está un poco más calmado con pequeñas lágrimas en las esquinas de sus ojos ambarinos. El joven sonríe con soberbia.

Deku, el Cascanueces [DekuKatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora