𝐒𝐎𝐍 𝐎𝐅 𝐃𝐀𝐑𝐊𝐍𝐄𝐒𝐒 [𝐇.𝐆]

I-Stupid Snape

Capítulo uno: Estúpido Snape.

EN LA CLASE DE POCIONES DE QUINTO AÑO menos de la mitad de los alumnos prestaba atención a las explicaciones de Snape. La noticia de la ruptura de Lowell y Helen ya estaba en boca de todos, sobre todo de parte de las chicas.

Por su parte, Lowell, llevaba la ruptura con tanta naturalidad y eran de esas pocas personas atenta a las explicaciones de Snape. El dolor de la ruptura le duró poco, pues el profesor Moody se había encargado personalmente de que sus hombros pesen más y no sea capaz de preocuparse por cosas triviales de su edad, como lo son las relaciones o un corazón roto.

Lowell sabía perfectamente que estaba siendo vigilado y debía cuidar cada uno de sus movimientos. Por un lado tenía a su hermano Tom, recordándole cada vez que tenía la oportunidad como él regresaría este año, y por el otro lado estaba el profesor Moody, o mejor dicho Barty Crouch Jr, uno de los mortífagos de su padre, que se encargaba de mantenerlo atado a la realidad.

Lowell sentía que estaba colgando, colgando de un hilo que pronto se rompería por el peso de todas sus responsabilidades. Su madre, su padre, Tom, los profesores, Mattheo, Clarise...todos estaban encima de ese hilo apunto de romperse.

Lowell gruñó y frotó su pelo con frustración mientras intentaba centrarse en las explicaciones de Snape y no en su comedero de cabeza. Sus ojos verdes se centraron en el maestro frente a él, o al menos así era hasta que una nota cayó en su pupitre. Confundido miró a su alrededor tratando de adivinar al dueño de la nota, y no fue muy difícil encontrarla.

Una linda chica de la casa de los leones lo estaba mirando con una gran sonrisa y sus mejillas teñidas de rosa pálido. Lowell suspiró y dejó la nota de lado, sin querer abrirla, como la abriera estaba perdido.

La hora de pociones para la alegría de algunos acababa de llegar a su fin, pudiendo marcharse de una vez.

—Riddle...Lowell, necesito que se quede unos minutos.–Dijo Snape con su monótono tono, mirando a Lowell como si fuera una molestia para él.

Su hermano Tom lo miró confuso y bufó, saliendo del salón de pociones, riéndose en voz baja de su hermano.

Lowell gruñó de mala gana mientras colgaba su mochila en uno de sus hombros y se acercaba al mayor.

—¿Qué necesita, profesor?–Dijo Lowell con la típica sonrisa de niño bueno que le ponía a los profesores.–

Snape suspiró con cansancio—Veras...eres el mejor en pociones de tu promoción, lo llevas siendo desde primer año. Por eso necesito que haga un trabajo, riddle.–

El de verdosa mirada asintió.

—Por supuesto profesor, ¿qué tipo de trabajo?–

—Necesito que hagas de tutor de un niño de tercer año que es patéticamente desastroso en pociones.–Masculló.–Pero no lo harás solo, te puse junto a una chica un curso menor que...aún que no me guste admitirlo también es la mejor de su clase. Entre los dos podréis ayudarlo.–