Impresiones de mana

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POV Julián Kingscrown

"Bastardo, déjanos ir", se escuchó una voz furiosa

"Gran señor, por favor libéreme" resonó otra voz entre lágrimas

"por favor no quiero más esto" sonó otra voz horrorizada

Docenas de voces pasando por mi entorno en total desorden me invadieron, pero las ignoré.

Estos sueños se habían hecho algo recurrente durante los dos meses que estuvimos en medio de los experimentos, por eso aprendí a serles indiferente.

Afortunadamente, para mi estado mental ya habían terminado con todas las pruebas, mientras mi mente se movía entre la inconsciencia y la razón desperté.

"Otro maldito sueño", pensé en voz alta.

(¿Julián estás bien?) pregunto Dryas y junto a ella me llegaron las emociones de preocupación de Sylvie.

Por lo que calme mis emociones y respondí, "No te preocupes, es solo un mal sueño que desaparecerá con el tiempo".

(Lo sabemos poco a poco, estos sueños han disminuido, luego de que se terminará con las pruebas y fuera seguro, pero lo que nos preocupa más es tu estado emocional) habló Sylvie.

(Lamento preocuparte, pero no hay necesidad), respondí.

"Tú y yo sabemos que no es verdad, llevas dos semanas desde que se terminaron las pruebas y aún no has regresado a Xyrus. Te la has pasado todo el tiempo trabajando en el orbe de Éter con Barbatos olvidando tus preocupaciones", esta vez escuché su voz fuera de mi habitación en Edén.

"Es por qué, si voy terminaré entrenando con Clare o Kathyln y perderé algo de tiempo", respondí en tono desinteresado, desviando el tema.

Luego de eso escuché la puerta abriéndose y vi a Sylvie en su forma humana haciendo pucheros con las manos en la cintura.

"Nos vamos a Xyrus ahora, necesitas reunirte con ellas para aliviar tu mente", dijo mi vínculo.

"No sería mejor la abuela Rinia, que ellas" cuestione su idea.

"Ella está escondida y aún no la encontramos, por eso no es una opción, además eres más honesto con gente de tu edad, hasta Arthur sería buena opción si no estuviera en medio de sus misiones" ella respondió.

Mirándola de manera cálida, dije, "Gracias por preocuparte por mí".

Ella parecía sentirse avergonzada por mis palabras y replicó para sacudirse su vergüenza, "No cambies el tema y vístete rápido, salimos en una hora" dijo hinchando su inexistente pecho en señal de orgullo.

Estuve a punto de reírme por lo tierna que se veía haciendo ese tipo de gestos con su edad física, pero me contuve.

La última vez que me burle de ella fue cuando se estaba adaptando a su cuerpo humano, al día siguiente tenía varias costillas rotas por un codazo que me dio. Eso me dejó serios traumas y desde entonces tengo cuidado con molestarla.

No saben el terror que sentí cuando intento darme comida con una cuchara, en algún momento pensé que vería uno de mis dientes volar por los pisos de Edén, afortunadamente nunca pasó, pero no podía estar tranquilo.

Ella me dio una mirada, que parecía poder matar al mismo Kezess y luego dijo, "espero que no hayas pensado en algo grosero".

Rápidamente, negué con la cabeza y respondí, "como podría, ja, ja, ja" me limpie el sudor frío que casi cae por mi frente.

"Una hora no tienes más tiempo", dijo ella mientras salía de la habitación cerrando la puerta con fuerza.

"Haaaahhh, supongo que tiene razón debería relajarme un poco regresando a Xyrus" suspire mientras me levantaba para dirigirme al baño y lavar mi cuerpo.
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The Beginning After the End - God of the ManaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora