𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎

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"𝐌𝐄 𝐂𝐀𝐄𝐒 𝐌𝐀𝐋"

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"𝐌𝐄 𝐂𝐀𝐄𝐒 𝐌𝐀𝐋"

Sammy se levantó temprano y observó a Hope aún durmiendo

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Sammy se levantó temprano y observó a Hope aún durmiendo. Habían pasado la noche acompañando a Hope, afectada por la partida de su padre. Sammy había preferido callar el encuentro con él para no preocupar más a su amiga.

Al abrir los ojos, Hope expresó su agotamiento emocional. Sammy la miró con tristeza y la abrazó. Estuvieron así hasta altas horas de la noche. Sammy decidió no mencionar el encuentro con el padre de Hope, no quería agregar más dolor.

—¿Cómo te sientes? — preguntó Sammy.

—Como si hubiera pasado la mitad de la noche llorando. — respondió Hope.

—Gracias por quedarte despierta, no tenías que hacerlo.

—Todo va a estar bien, Hope. Estaré para ti en todo momento. — consoló Sammy. Hope le sonrió agradecida.

—Es que siento que es demasiado. Mi mamá está desaparecida, y mi papá huye de mí porque no quiere verme. — Sammy limpió algunas lágrimas de Hope.

—Tu madre va a aparecer, tranquila Hope. Y sobre tu padre, debes entenderlo. Él quiere protegerte, no desea que te contagies de esa magia oscura.

—¿Tú no podrías ayudarme? — cuestionó Hope. Sammy la miró curiosa.

—A acabar con toda esta magia oscura, a acabar con el vacío. — Sammy se levantó de la cama, negando y alterada.

—¡No! Eso sería romper las reglas, Hope. Mi magia solo puede ser utilizada para el bien. — Hope se levantó e intentó tranquilizarla.

—La usarías para el bien, Sammy. Unirías a una familia y acabarías con el mal que nos acecha. — Sammy negó asustada.

—¡No! Mi magia es sagrada, si la uso para el mal, me castigarán. — Hope entendió y se alejó de ella.

—Entiendo, tranquila, olvida que te lo pedí. — Sammy la miró sintiéndose incompetente.

—Hope, si fuera por mí, te ayudaría. Pero esto no está en mis manos. Los castigos de mis señores son simplemente horribles. — dijo temerosa — Me contaron que una vez, por desobedecer las órdenes, mandaron a quemar a una persona viva.

Otra oportunidad  • Klaus Mikealson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora